Capítulo 2

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Omaha, Nebraska

Camille

Al entrar veo a Jack tirar un condón con su miembro fuera de su bóxer. Simplemente repugnante. Estoy segura de que su historial en la laptop son puras páginas porno y tal vez el único libro que ha leído por voluntad propia ha sido el KAMASUTRA.

-Camille, sabes que puedes aumentar tu sueldo ¿no es así?

-Estoy bien con lo que recibo.

-Tu y yo sabemos que no es así.

-No creo que sepamos lo mismo. Prefiero tener una paga de mierda antes que ser tu esclava sexual. 

-Yo hablo de donde vives.

-¿Como sabes donde vivo? - Me encontraba sentada en la silla que había enfrente de su vacío escritorio. Él se encontraba parado con su miembro a media hasta fuera del bóxer. Se fue acercando a mi rostro hasta quedar a centímetros de mis labios.

-Cariño, yo lo sé todo.

-No lo creo.

-Sé en el chiquero en el que vives - dijo mientras se alejaba - y tengo una propuesta para ti. - Finalizó.

-¿Puedes poner eso en su lugar?

-A mi amigo le gusta la libertad,  aunque pase la mayoría del tiempo en alguna cueva o huerto.

-Eres desagradable. - Él toma mi mandíbula en sus manos y aprieta haciendo que mis mejillas casi toquen a la otra si no fuera por mis labios.

-Todo y así soy tu jefe. - Dice susurrando. Luego me soltó y se sentó enfrente mio. - La propuesta es...

-Me niego.

-Déjame terminar, cariño. Sé que no tienes casi para comer por el alquiler del mugriento departamento. Así que se me ocurrió que vengas a vivir conmigo.

-¿Qué?

-Así tienes para comer.

-No acepto.

-Me pagarías la "renta" con se...

-He dicho que no. -  Su cara se desfigura pasando los segundos pero se recupera y me da una sonrisa egocéntrica.

-Te aumento doscientos dólares si me masturbas.

¿Está loco? Aunque la renta me sale ciento cincuenta dólares, el gas, la luz y el agua me salen veinte dólares. Y gano doscientos dólares al mes. Si acepto tendré doscientos treinta dólares para mí, más la poca propina que me dan. Jack al ver que lo pienso me da una sonrisa ganadora.

-Odio mi vida. - Dije mientras me levantaba y me posaba a su lado. 

Tomé su miembro con torpeza y cerré los ojos. Comencé a mover mi mano de arriba a bajo.  Escuchar los gruñidos de Jack me daban náuseas. Esto lo hago para al menos comer en una semana. Fui aumentando la velocidad y los gemidos de Jack se escuchaban en todos lados.

Aún con los ojos cerrados sentí un líquido en mi cara. De inmediato me paré y limpie mi cara con la manga del buzo.

-Quería sacarte una foto.

-Lástima. Mi paga, ahora. - Dije cabreada. Él tomó dinero de un cajón y me entrega cuatrocientos dólares.

Caminando hacia la puerta guardé el dinero en mis bolsillos. Antes de cerrar  la puerta Jack me dice:

-No ha sido tan difícil.

Y cierro la puerta más fuerte de lo que pensaba.

Al pasar cerca de una heladería me siento en unos de los bancos que hay allí. Me puse a pensar sobre mi vida. Kate, la que pensé que iba a ser mi mejor amiga por siempre, fue la primera en correr el rumor de que a mi familia la mataron porque mi padre tenía deudas con las drogas. Y que yo me encontraba cuando pasó el asesinato, cosa que no es verdad ya que me encontraba en su casa, y que no me mataron porque le practique sexo al asesino para que no me matara.

De la nada un chico se sienta a mi lado, se lo ve nervioso. Él me mira y yo lo veo de reojo. Tiene unos ojos color miel hermosos. Mira para el costado y se sobresalta cuando ve a dos hombres. Toma mi cintura y me sienta en su regazo.

-Perdóname por esto, extraña.

Y me besa. Sus labios se mueven con desesperación para que lo siga. Se rinde de que yo no le responda y con una mano en la espalda me atrae hasta su pecho y el apoya su cuerpo en el respaldo del banco. Esta vez no mueve los labios, éstos permanecen quietos. Pasaron unos minutos así hasta que me aleja de él. Estoy a punto de darle una bofetada pero el me detiene la muñeca.

-Extraña, me acabas de salvar de la segunda peor decisión de mi vida.

Sin más me aparta, se levanta y se va.

Killer  |Sam Wilkinson AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora