Capítulo 25

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París, Francia
Jack

Taylor se comporta como un niño.
Se que es uno pero se supone que se tiene que comportar. No puede ir corriendo por un pasillo de un lujoso hotel con la boca llena de chocolate.
Carol, mi hermana menor, me ha pedido que lleve a Taylor junto con su padre, al que odio, para que ella este tranquila con papá.

Mi hermana mayor, Fiama, de unos cuarenta años, tiene una hija, Kate, que es mi sobrina.

Fiama, Carol y yo no somos hijos de la misma madre, pero si del mismo padre.

La madre de Fiama al enterarse que nuestro padre iba a tener una hija que no era de ella se enfureció, armó su maleta, junto
a la de Fiama y se fueron a vivir a Nueva York.
Al nacer Carol mi padre se vio "obligado" a quedarse con la otra mujer.
Así hasta que vine yo, mi madre no me quería pero mi padre, al saber que era del sexo masculino, me quiso al instante.
La madre de Carol perdonó a mi padre por su error y me crió como si fuera su hijo.
Unos años después nos enteramos que Fiama estaba embarazada de Kate y fin.
Ahora me toca llevar al pequeño Taylor con su padre, al que odio, en el mismo edificio en el que se encuentra Kate con su novio, que tiene pinta de ser del otro bando.
Taylor sigue corriendo como si fuera su casa y le pego un grito para que no se choque con una persona, un hombre.
-Lo siento, comió mucho chocolate y...- lo que pasó fue q Taylor, con su boca llena de chocolate, se choca con este hombre, uno o dos años mayor que yo, y calca, por así decirlo, sus labios en su camisa blanca.
- No importa, total estaba sucia. - Responde este.
-Déjeme comprarle otra o pagársela. Lo siento mucho. Los niños a esta edad son así y...
- ¿Es un niño?
- Claro, ¿por qué?
- Taylor me suena a nombre de mujer. Eso es todo.
Él camina hacia la otra dirección en la cual estaba caminando anteriormente.
-Recuerda que Cameron quiere que estemos abajo a las... - esa era una voz de mujer que conocía muy bien y venia de la puerta en la que se encontraba este hombre.
Rápidamente voy hacia él para que no cierre la puerta y por suerte lo logré.
-¿Se te ofrece algo? - Dice sin humor.
-Me pareció escuchar una voz que conocía...
Pero me interrumpió.
-Disculpa...-supuse que queria saber mi nombre y se lo dije - Jack, no se si sabias que hay siete personas iguales a ti, a mi, y a cualquier otra persona, e todo el mundo. Yo nunca te he visto y tu nunca me has visto, así que esa voz no creo que sea de la misma persona que estas pensando. Y por favor te pido que me dejes cambiarme sino mi comprometida me matará.
Y luego de ese largo discurso cerró la puerta.
"Yo escuche que las voces son como las huellas digitales."
Taylor se me acercó y me tenia su cabeza gacha.
-¿Ese señor se enojó contigo por mi culpa?
-No enano, ese señor si trata asi a los niños no sera buen padre. - Taulor seguía cabizbajo y lo levante para llevarlo en brazos. - Y no se me olvida que usted, jovencito, me mintió sobre el efecto del chocolate en tu cuerpo.
Él se empezó a reír y eso me calmo un poco.
Pero esa voz yo sabia que la escuche en algún otro lado.

Killer  |Sam Wilkinson AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora