Capítulo 35

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París, Francia
Camille

Unas largas horas pasaron y decidí dejar la mente en blanco. No me apetecía pensar sabiendo que luego me dará dolores de cabeza.

Estaba sumergida en la paz del silencio, concentrada en mi respiración, mis latidos y en no pensar absolutamente nada.
Algunas veces el recuerdo de Sammy se me viene a la cabeza pero lo rechazo rápidamente.
No quiero pensar en cosas que sé que me dolerán.

El sonido de la puerta abrirse me sobresalta y, por un momento, se me olvidó respirar. En la puerta se encontraba Acacio con otro hombre, ellos se acercaron y el ya conocido se agachó para tomarme suavemente del brazo y tiro de el, incitando a que me levante.

-No tengas miedo, vamos a dar un paseo.- Me susurra.

Mi cuerpo se tensa pero sigo a Acacio temiendo a que mienta. Antes de salir, a lo que yo pienso es la puerta principal, me tapan los ojos. Escucho la puerta abrirse y yo camino recto.
En varias ocasiones me tropecé pero Acacio tomaba mi cintura para evitar que caiga de culo al piso.

Me hicieron entrar a un auto, y todo lo que hacia era escuchar.

-Recuerda, no habrá disparos.-Dijo Acacio
-Bien.- Respondió una voz que no conocía.
-Ninguno lleva cargadas las armas, eso es mejor. Recuerden no dejar pistas de nada. Y lo más importante, hay que ser cuidadosos.

El auto frena y nos bajamos de el. En un paso en falso mi tobillo se dobla y en ese momento suelto un grito y mis lágrimas comenzaban a salir. Acacio al notar lo que sucedió me ayudó.

Seguía llorando de dolor cuando me dejaron en el suelo.
Yo tome mi tobillo en un intento de que el dolor pasara pero no resultó.

Escucho la voz de Sam. Escucho la voz de Acacio pero no entiendo ni una palabra.

Lo último que escucho fue un disparo, pisadas, sirenas.

Y lo último que siento son los brazos de Sammy que me ponían contra su pecho.

Killer  |Sam Wilkinson AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora