Omaha, Nebraska
Sam.
Nate me a informado sobre ella. Lo que hace, cuando lo hace. Prácticamente todo. Tiene fotos de sus movimientos, la dirección de su hogar, como dije anteriormente, todo. Estaba esperando que salga del trabajo para poder hacer el mio. miro hacia un lado y los hombres de Maloley estaban vigilándome para que haga mi trabajo y, si lo cumplo, llevármela al lugar que Nathan me ha dicho que tendría que pasar con ella. Por las fotos que he visto de ella se me hacia familiar, pero en las fotos no se veía muy bien la cara.
Cuando la veo salir veo como se limpia la cara, pareciera que estuvo llorando. ¿Por qué sera?
La sigo hasta un callejón, podría llegar a ser el mismo en el que estaba yo ayer. Me fijo en el bolsillo de mis jeans rotos y gastados se encuentra el pedazo de tela mojado, y allí estaba. La sorprendo tomándola fuertemente del brazo y estrello su cuerpo contra la pared de ladrillos, como una vez hicieron conmigo. La escucho gemir del dolor y la veo, por primera vez o segunda mejor dicho. Esta chica es la chica extraña que me había "salvado" en su momento. Ella me miraba en shock, como yo la miraba a ella. Sabia que tendría que haberme tapado la cara. Saco el pañuelo y se lo voy acercando a su boca y nariz.
Esta chica no puede ser una Thompson. Pero esa mirada de miedo es la misma que tenia la señora y la niña Thompson tenían cuando me acercaba a ellas. Esta mujer que tenia delante era Camille Thompson, la Thompson que no sabia que existía. Ella estuvo sin familia, todo por mi culpa.
Intente que la culpa y el llanto no me afectara y le puse el pañuelo en el lugar correcto para que se desmalle de por varias horas, ella tiene el miedo en sus ojos pero no hace nada. De apoco sus ojos se van cerrando y su cuerpo va cayendo. Me aseguré de que estuviera desmallada y la tome en mis brazos. La camioneta se estacionó en donde empezaba el callejón y me acerqué a ella. Deje su cuerpo en la parte trasera de los asientos. Hice un lugar para que pueda sentarme a su lado. La camioneta arrancó y se dirigió al aeropuerto.
París, Francia
Camille
De apoco mis ojos se fueron abriendo. El recuerdo de Marie gritándome que era una estúpida y que estaba allí por Jack me invadieron. Sus comentarios me hicieron acordar de la escuela y eso a la muerte de mi familia. Mis lágrimas se empezaban a formar en mis ojos. Recordar la noche aquella fue la gota que derramo el vaso. Mis ojos no paraban de derramar lágrimas, quería llevar mis manos a mi cara pero no podía, estos estaban amarrados junto con mis pies y torso. Intente doblar mis rodillas y llevar mi cabeza a ellas pero no podía. Rindiéndome estire mis piernas y lleve el torso a estas. Lloré lo que no había llorado en unos meses atrás. La necesidad de hacerme daño a mi misma me invadía. Pero esos pensamientos se fueron cuando escuche un leve grito. Luego no se escucho nada. Mi llanto era acallado por un pedazo de tela en mi boca. Me movia desesperadamente pero las cuerdas me hacían daño.
<<Eso era lo que quería ¿no?>>
- No hagas eso. - Dijo una voz masculina y pare de moverme. - Déjame ayudarte con eso. - Tomo una servilleta de una mesa y se acercó a mi. Mi cuerpo se puso alerta pero ya no tenia nada que perder.
El se puso entre mis piernas y con sus rodillas aguantaba su peso. Pasó el pañuelo por mis ojos limpiando el resto de lágrimas que había luego lo poso en mi nariz, el miedo me invadió.
- Solo sopla. - Y eso hice, el ruido de mi nariz resonó por todo el lugar. Él dobló en pañuelo y lo volvió a colocar en donde se encontraba antés y así repetida veces hasta que esta ya no tenia mocos.
Su cara me era conocida. Era el chico que me besó de la nada. intento poner mis manos en sus piernas y cuando lo hago el emite un gemido de dolor y rápidamente las saco de allí.
-¿Quieres hablar? - Asiento. - Está bien - y saco la tela de allí.
-¿Donde estoy? - Mi voz suena rasposa por no haber hablado, probablemente, en horas. Trato de llevar mis manos a mi cuello pero no logro hacerlo.
- Espera, que te traigo agua. - Dice y se levanta. Mis ojos viajan por el lugar. Parece un departamento normal. Este contiene más cosas que el mio. Él se vuelve con un vaso lleno y me lo da. Bebo de el sin saber que tenia tanta sed. - Estamos en París. - Dice.
-¿Podrias desatarme? Al menos los pies. Si quieres mi torso déjalo así. - Digo en voz baja. Él se lo piensa y me saca la cuerda. Solo con una sola soga estaba atada, interesante.
- Ven te ayudo. - Dice mientras me ofrecia su mano, sin confiansa la tomo.
-¿Estoy secuestrada? - Me atrevo a preguntar.
- Eso creo.
-¿Tu también lo estas?
- No. - Sus ojos no muestran vida.
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Killer |Sam Wilkinson AU|
Fanfiction"Ellos saben que es mi debilidad. Si me mato, la dejare sola. Sin nadie. Si la mato es muy probable que vaya a la cárcel, cosa que ya haré, o me maten. Para ellos sería matar dos pájaros de un tiro. Levanto el arma y cierro los ojos" ...