Capítulo 20

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Omaha , Nebraska.

Jack

Mi padre va de mal en peor. Y yo no puedo encargarme de él por tener que estar en el bar. Mi hermana mayor, la que tiene un hijo, va a venir desde París para cuidarlo con su primogénito.

Siento un vacío en mi pecho. Y me gustaría saber porque.

Estaba pensando en hacer unos cambios en el bar, los pisos de este huelen a alcohol y las paredes tienen mucha humedad. Las personas que vienen aquí son más que desagradables. Me hubiera gustado darme cuenta apenas reemplace a mi padre.
Esto es un chiquero.

A mi padre le detectaron problemas del corazón. Hace cinco años se lo han detectado.
Escucho como suena mi celular y no lo atiendo.
Ya no se que hacer con mi vida. Suena una segunda vez y lo atiendo.
-Hola - mi voz suena con pereza.
-Escucha, necesito que me vengas a buscar al aeropuerto.
-Hola querido hermano. - digo mientras finjo una voz de mujer. - Hola Carol. - Termino con un suspiro.
-¿Has terminado con tu reproche estúpido? Porque Taylor esta insoportable.
-No puedo dejar el bar.
-No puedes dejar a tu hermana y sobrino solos en un aeropuerto.
-Toma un taxi hasta el bar.
-¿Quieres que mi hijo, que tiene diez años, vaya a un bar mugroso?
-No olvides que este bar mugroso ha permitido tus estudios.
-¿Y eso qué?
-Que no todos tenemos el beneficio de que nuestro esposo o esposa herede una fortuna. Por que ambos sabemos que tus estudios no dieron los frutos que esperábamos.
-Eso no es cierto.
-Claro que sí.
-Como sea, paso por el bar a dejarte a Taylor.
-Pero habías...- quiero decir pero ella me interrumpe.
-Se lo que dije pero... Solo tengan tiempo de tío-sobrino. Yo iré a ver como se encuentra papa en el hospital. En veinte minutos estoy en el bar. - Termino de decir aquello y colgó.

~*~*~*~
La puerta del despacho se abrió dejando ver a la alta figura de Carol junto con ortra pequeña.
-Mami, huele feo aquí. - Dice Taylor y mi hermana pone los ojos en blanco.
-Te dejo al niño, por favor no dejes que haga absolutamente nada. Tiene una consola portátil si molesta. - Al finalizar cierra la puerta.

Taylor se me queda mirando y yo a él.
-¿Por qué aquí huele feo? - Dice mientras hace una muñeca que me causa gracia.
-¿Sabes? Quiero hacer unos cambios aquí. ¿Se te da bien eso de pintar?
-Claro- dice entusiasta, - ¿con la pintura se irá el olor?
Al decir eso me es inevitable soltar una risa.
Nadie podría odiar a este niño.

Killer  |Sam Wilkinson AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora