• 16 •

26 5 2
                                    

"No podía negarlo, siempre tuve miedo a la oscuridad, sin tener razones o quizás si. El no poder ver lo que había frente a mi me aterraba hasta el punto de hacerme temblar.

Sentía como si fuera a ser devorado por mi mismo, un ser cruel y egoísta que vivía recluido en las sombras de mi cabeza.

Muchas veces pensé que llegaría a volverme loco y eso me llevo a no querer incluso cerrar los ojos."


Los pasillos de aquella mansión era realmente tétricos, con enmoquetados antiguos y luces tenues, no me había fijado en eso hasta ahora que acompañado de Taehyung y Namjoon, ya de noche, volvíamos a la habitación. Les pedí que encendiera todas la luces que hubiera mientras entraba al lavabo, levante la camiseta, mire mi herida y sentí una arcada al ver que dos puntos habían saltado y abrían el agujero por un costado, desagradable y asqueroso.

— ¿Cómo esta? —pregunto Namjoon con Taehyung a sus espaldas acercándose para echar una ojeada también.

— Un poco abierta —dije tragando saliva.

— Iré a traer el botiquín, hay puntos adhesivos. —dijo Namjoon.

Asentí mientras acomodaba de nuevo el vendaje y me limpiaba la sangre.

—Tae por favor, ayúdalo —ordeno Namjoon.

— ¿No será mejor que llamemos al doctor? —Preguntó Taehyung preocupado, — se puede infectar.

— De momento hagamos esto, a ver cómo esta mañana —resolvió.

Namjoon salió de la habitación mientras Taehyung me sostenía de camino a la cama. Las vueltas de mi cabeza habían parado un poco, pudiendo pensar un poco más claro.

— Nunca había visto a Jimin ser tan obediente —pensé en voz alta.

— Aquí todo es diferente —respondió Taehyung acomodándose a los pies de la cama.

— No entiendo el punto de llevar esta doble vida.

Taehyung miro el techo pensativo buscando una respuesta convincente supongo. ¿Pero la había?

— Creo que buscábamos ser personas normales... Seokjin, Namjoon o yo no pedimos ser parte de esto. —Dijo encogiéndose de hombros, — nuestros padres ya formaban parte de DarkMoon y nosotros por ende también, aunque Jimin entrará a la mafia por otros motivos, el tiempo y las experiencias que hemos vivido juntos han hecho que seamos una familia.

Nunca me hubiera imaginado que Taehyung fuera hijo de un mafioso, a simple vista es un chico normal; Inocente, cariñoso, nunca le hubiera imaginado poniendo una mano encima de alguien o apuntando con un arma.

— ¿Y el padre de Seokjin? —pregunte curioso. — He oido hablar de él, pero nunca le he visto.

Taehyung dejo caer su cabeza hacia atrás formando una línea con sus labios, para luego mirarme.

— Murió el día en que creímos matar a Draco —dijo con tristeza.

Un Oh... se escapo sutil de mis labios.Era triste pensar que casi todos hemos perdido a alguien, cada vez el nudo de esta historia era más retorcido y a pesar de que avanzaba, cada nuevo descubrimiento retrocedía años en la vida de mis amigos.

— Hacia tiempo que el señor Kim (padre de Seokjin) y Draco tenían asuntos pendientes, Las hienas hacen honor a su nombre, son astutas, esperaran el momento oportuno para atacar y la estrategia cobarde de Draco, ya había ocasionado problemas. Quizás con la entrada de Jimin, el señor Kim creyó haber encontrado el que sería su verdugo, pero lo que no se espero es que ese niño se ganaría su confianza y poco a poco su amor. El señor Kim cuidaba de Jimin como si fuera de su familia a tal punto, que el día en que cruzarían fuego las dos mafias, el señor Kim aparto a Jimin recibiendo el disparo.

Criminales | La vida de Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora