• 3 •

32 8 6
                                    

A la salida del restaurante una suave brisa se había levantado haciendo así que la temperatura  disminuyera. Los dos jóvenes caminaron para ir a casa de su amigo Namjoon.

El rubio sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, solo llevaba una camiseta de manga corta ya que a la mañana hacia un tiempo perfecto y supuso que seria así el resto del día. 

— Mierda que frío – exclamó Jimin mientras abrazaba su cuerpo.

Yoongi lo miró de reojo, sin decir nada se sacó su cazadora y se la entregó, este la acepto con una mirada acusadora.

— Aún no te perdono por haberte olvidado de mí –dijo mientras se la ponía.

El mayor colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y suspiro derrotado, ambos caminaron en silencio hasta por fin llegar a casa de su amigo.

(Casa de Namjoon)

Vivía en un tercer piso no muy alejado del centro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Vivía en un tercer piso no muy alejado del centro. Aunque fuera un cliché, los padres de Namjoon gozaban de un alto nivel económico y respondiendo a la petición de su único hijo, le habían puesto a su disposición un lujoso apartamento para él solo con la excusa de vivir por su cuenta y poder saborear la esencia de la vida. 

Cuando Jimin escuchó la gran mentira que en su momento usó su amigo para convencer a los padres estalló entre risas y carcajadas a tal nivel que llegó a incomodarlo, nada extraño en el rubio, todos sabían como era y aun que a veces fuera un grosero siempre iba ha estar al pie del cañón.  

Una vez los muchachos estuvieron dentro del piso, Jimin fue directamente hacia la nevera y sin ni siquiera pedir permiso sacó un par de cervezas lanzándole una a Yoongi.

— Oh si claro chicos, estáis en vuestra casa... coger lo que queráis –dijo Namjoon un tanto irónico.

Jimin dio un largo trago al refresco y con una pícara sonrisa le respondió.

— Venga Nam, sabes que te lo pagáremos... algún día –corrió hacia el sofá y se dejó caer en el– ¡Tan blandito!

Namjoon giró para mirar a Yoongi que aún con la cerveza sin abrir se encogió de hombros y camino directamente hacia donde estaba Jimin.

— ¿Te has vuelto a dejar la lengua en casa gatito? –dijo siguiendo a los dos jóvenes indignado.

— ¿Dónde están los demás Nam? –preguntó el rubio mientras pinzaba la nariz de Yoongi y le obligaba a beberse la cerveza de golpe– pensaba que Taehyung y Seokjin estarían aquí.

— No creo que tarden mucho en llegar, han ido a recoger algo a casa de JK –dijo con una sonrisa y alzando las cejas repetidamente.

Yoongi, aunque no lo parecía, era el mayor de los tres y varias veces era el más perjudicado de esos encuentros tan casuales. Todos sabían que Jimin no tenía límites en lo que hacía, pero lo peor de todo esto es que siempre arrastraba a su compañero y amigos sin que estos opusieran mucha resistencia en sus planes descabellados e irresponsables.

— Y bueno chicos ¿en que habéis estado metidos últimamente? Hace por lo menos dos semanas que no venís a verme –preguntó Nam con algo de drama.

El rubio desvió la mirada a la vez que se levantaba en busca de más cervezas con clara intención de evitar dar respuestas. 

— Ayer Jimin se metió en líos, otra vez. –Añadió el chico de ojos gatunos sin mucha importancia.

Nam sobo su frente y puso su cara seria mientras que Jimin le hacía el gesto de "hombre muerto" a su amigo con el dedo pulgar en su cuello.

— ¡Ese hombre estuvo acosándome en la cafetería! Tuve que llamar a este inútil, –señaló a Yoongi– yo solo le di su merecido.

El señalado fingió cierta indignación por el insulto aunque realmente le importaba poco. Jimin regresó al sofá entregando a cada uno una nueva lata de cerveza.

— Deja de ser tan imprudente Jimin... algún día te meterás en problemas –dio un sorbo– y a ese tonto también.

Los dos miraron a Yoongi y volvieron a mirarse entre ellos seriamente.

— Iré con cuidado Nam –dijo el rubio alzando sus pulgares y poniendo una sonrisa.

— Esto es serio... –prosiguió Namjoon,– estamos hablando de que por tu culpa ha muerto un hombre ¡Si te pillan irás a la cárcel!

— Iremos –añadió Yoongi sin mucho entusiasmo.

Sonó el timbre.

— No me acostumbro a que habléis de algo así tan tranquilamente –dijo Namjoon mientras caminaba hacia la entrada y abría la puerta.

Taehyung, Seokjin y JK entraron por la puerta con bolsas de bebidas y algunos snacks. En ese instante Jimin se levantó animado y corrió a saludar a los recién llegados con saltitos y abrazos, mientras Yoongi saludó aún recostado en cómodo sofá sintiendo cómo su teléfono vibraba avisando de un nuevo mensaje. Este lo sacó y al ver que era de Hoseok no dudó en abrirlo.

———————————————————

Hope
Tengo algo grande entre manos

Yoongi
¿Qué es?

Hope
15000 de los grandes

Yoongi
¿A cambio de qué y de parte de quién?

Hope
Hackear el sistema de seguridad de una mafia

Yoongi
No aceptes, si algo sale mal irán a por ti.

Hope
Por eso te quiero pedir que me ayudes... 

———————————————————

"ah... esto me huele a problemas" pensó.

Yoongi levantó la mirada y miró a sus amigos, era una oferta tentadora y él era bueno en lo que hacía, pero a diferencia de Jimin pensaba en las consecuencias.

Bien es sabido que la mafia coreana no es para tomársela a risa, aún no sabía para qué organización en concreto era, pero sí fallaban tendrían dos grupos de mafiosos buscando sus cabezas; uno por fallar en la misión y el otro por intentar joderles el culo, aunque también había que tener en cuenta si todo iba bien conseguirían unos 15000 a repartir y eso es algo que no podía dejar pasar.

— Yo-yo-yoongi –dijo Jimin cayendo encima suyo– ¡ábrela la boca!

Este cerró la pantalla del teléfono y lo guardó. Obediente abrió la boca y el rubio lanzó algo pequeño y azul a la entrada de su garganta.

— Ahora bebe –ordenó Jimin entregándole su cerveza.

— ¿Qué es? –preguntó este llevándose la lata a la boca y bebiendo a grandes sorbos.

— Aspirina para tu aburrimiento —respondió su amigo poniendo los ojos en blanco.

Jimin sacó otra pastilla de una pequeña bolsa transparente y la tomó junto a un líquido amarillento, seguramente wisky que traía en un vaso de plástico.

— Acuérdate Yoon, pase lo que pase...

— ...No te separes de mi –dijeron al unísono.

El rubio cogió la cabeza de su amigo entre sus manos y la chocó contra la suya.

— Así me gusta –sonrió Jimin ajeno a lo que estaba por pasar.

Criminales | La vida de Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora