JoelEscuchar como sus gemidos aumentaban de volumen, no tenía comparación con nada que antes haya sentido. Él estaba disfrutando, realmente estaba disfrutando mientras yo le succionaba su erección y eso me bastaba para sentir la mía más que dura. No quería pensar en nada de lo que estábamos haciendo, nada de esto estaba bien, íbamos a joder nuestra amistad de toda la vida tan solo por dejarnos llevar por la calentura y la lujuria pero eso no parecía importarnos justo ahora, él acaba de correrse en mi boca mientras gime alto su éxtasis y yo ya no puedo pensar. Trago su esencia con placer, ha sido más que fantástico extraer sus fluidos y subo sobre su cuerpo, sintiendo como trata de recuperar el aliento después de su orgasmo.
-Joder...eso... eso ha sido...
-No hables...-Lo reprendo porque no quiero que la consciencia se me aclare, si lo hace, todo este momento se va a joder y así de fácil enterraremos la amistad que nos une.
-¿Estás enamorado de mí?
Tal vez su pregunta no tenía intención de ser tan dolorosa, tal vez solo se dejó llevar por la duda y la curiosidad pero ese es el golpe de realidad que me hace levantarme de la cama y vestirme bajo su mirada perdida. No voy a responder a eso, no quiero responder y ahora se que todo lo que hicimos fue un error. Veo como se viste también en silencio y no se si es peor su cuestionamiento o el hecho de que la falta de sonido haya respondido por mí, de cualquier forma esto ha pasado el límite de lo absurdo y no estoy dispuesto a continuar nada de lo que empezó.
-Adios Erick, voy a dormir. -Señalo la puerta con un gesto de mi cabeza y veo como sus labios se abren para decir algo, no quiero su lástima, no quiero nada de él. -No digas una palabra, esto no debió pasar, yo no voy a decirle a nadie y se que tú tampoco vas a hacerlo. También se que no vamos a ser los mismos después de lo que acaba de pasar y entiendo que no quieras tenerme de mejor amigo pero quédate tranquilo, yo no voy a molestar.
-Joel...
-¿Qué?
-¿Estás enamorado de mí? -¿Acaso es idiota?
-Vete.
-¿Por qué nunca lo dijiste? ¿Por qué guardar algo así tanto tiempo?
-¿Estás de joda?
-No.
-Creo que si, vete dije. -Lo empujé a la puerta, necesitaba que se desapareciera de mi vista porque no podía responder a sus preguntas. No quería.
-¿Tanto te molesto ahora? ¿No eras tú el que iba a follarme hace un momento? -No entendí por que reaccionó de esa forma, literalmente se había volteado la situación y era yo quien estaba entre su cuerpo y la maldita puerta.
-¿Y qué te pasa a tí? ¿Acaso eres gay? ¿Realmente ibas a dejar que te follara? ¿Estás enfermo?
-¿Enfermo? No jodas Joel, tú estás enfermo. ¿Qué no te viste como cambiaste la actitud? Parecías un jodido sádico.
-¿En serio? ¿En serio, idiota? Bien que me chupaste la polla y dejaste que te lo hiciera a tí, no te vi muy negado a mis técnicas sádicas.
-Eres un idiota, un idiota gigante Joel. Vete a la mierda.
-En la mierda estoy desde que decidiste chuparme la polla.
No pude devolverle el golpe porque al segundo había salido de la habitación, momentos después sentí el sonido de la puerta al salir del apartamento, ese golpe sordo y crudo que me dejaba saber que nuestra amistad se había roto, no solo por el hecho de haber tenido sexo sino por las arremetidas que vinieron después. Ambos dijimos cosas que no debimos, ambos habíamos empujado a nuestra relación al abismo.
Me metí a la ducha para tratar de despejar mi mente, lo ocurrido había marcado un antes y un después en nuestra historia, un error que no debió cometerse, un maldito error que había procurado no cometer durante los más de veinte años que llevábamos de amistad. El frío de la ducha no alivia el malestar de mi alma, el dolor en mi mejilla como recordatorio de su puño, latía como la prueba viviente del triste final de años y años de amistad verdadera, de amor de amigos, de hermanos, de amor en sí porque no importaba que yo estuviera enamorado de él desde que éramos niños, había sabido mantener mis sentimientos a raya, había controlado las ganas de besarlo, de arrancarlo de los brazos de cualquier mujer con la que se iba a la cama, yo había aprendido a ser tan consciente de lo imposible de mi sentimiento por él, que nunca en su vida sospechó...hasta hoy.
Sobre eso, no puedo creer que realmente él haya estado con un hombre, no me cabe en la cabeza que mi amigo, ese chico heterosexual definido, haya pasado alguna vez por la cama de otro tipo. ¿Qué diablos estaba pasando con Erick? Yo también tengo culpa, yo me cegué y quise tomarlo, yo le hice una jodida mamada pero él fue quien empezó todo, él fue quien me provocó, quien se tragó mi polla primero, quien se dispuso para que lo follara, yo solo...yo solo estoy enamorado de él.
-¡Maldito idiota!
Protesto aunque no se si me hablo a mí mismo, yo soy igual de idiota, no debí permitir que esto pasara, no debí dejar que su estúpida belleza me aturdiera. ¡Dios! Llevaba años enamorado de él y supe guardarlo en silencio, jamás me sobrepasé con él, jamás intenté tocarlo, nunca en mi vida lo mire con malas intenciones porque es mi jodido amigo y sabía que estaba mal, siempre puse por delante nuestra amistad, siempre preferí su propia felicidad por encima de la mía. Yo prefería mil veces que él fuera feliz, siempre me aguanté todo, soporté cada noche de sexo, cada mujer que se iba a la cama, cada cuento y anécdota de las maratones de sexo que tenía, yo lo sabía todo, me partía el alma a la mitad pero él era feliz y yo lo amaba, lo amaba tanto que me conformaba con ser el amigo porque sabía que jamás iba a mirarme a la cara si supiera mis sentimientos y eso si que no podía permitirlo.
Sin embargo todo estaba ahora en la nada misma, poco valieron los años de reprimirme todo por su bien, de acompañarlo para que encontrara una chica guapa a quien envolver, poco importó las putas noches sin dormir porque me mataba por dentro imaginando que la persona que yo amaba, jamás iba a verme de esa forma, poco importó que fue él mismo quien dió el paso a que nuestra relación se fuera a la mierda porque si, fue él y su estúpido acto de "amigo" dispuesto a guardar un secreto. ¿Qué jodida mierda le había pasado por la cabeza cuando literalmente se tragó mi erección aún cuando yo traté de evitarlo? ¿Quién era Erick y por qué había hecho semejante cosa? ¿Por qué me sentía tan horrible si no fui yo quien rompió todo?
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Hard to accept ll Joerick
Fiksi PenggemarAmigos desde que tienen memoria, hermanos con distinta sangre en sus venas. Compañeros, confidentes, guardianes de sus mutuos secretos pero cuando uno de los dos da un paso en contra de la amistad y en favor del verdadero sentimiento, algo cambia, a...