Capítulo 5

619 60 2
                                    


Erick

-¿Qué te pasa Er?

-Nada, solo estoy cansado.

-¿Quieres que te acompañe a tu apartamento?

-No...se ir solo.

-¿Estás de joda?

-¿Me ves cara de risa acaso? Me largo, quédate con el cambio.

Le tiré un montón de billetes y me largué de ahí. No se en que momento creí que venir al jodido bar iba a hacerme sentir mejor. La verdad es que intenté olvidarme de lo que había pasado, quise beber y beber para alejar su puto olor de mi nariz, su maldito sabor a vainilla. ¡Dios! ¿Por qué había hecho semejante estupidez? ¿En que cabeza cabe el hecho de que tener sexo con tu mejor amigo es buena idea? En la mía obviamente porque soy un jodido mentiroso que no quiere aceptar que lleva años enamorado del hombre con el que creció.

Salgo casi a rastras de ahí y me subo al primer taxi que veo, no me había percatado de cuan borracho iba hasta que el señor que conducía me ayudó a bajar sin matarme en el intento. Escuche que dijo algo como "el alcohol no resuleve los problemas" y tal vez, solo tal vez, eso fue lo único coherente que mi cerebro procesó en este día. Envuelto en un mar de dudas y dolores mentales, caminé contra las paredes hasta llegar a la puerta, traté de meter la llave pero no abría y estuve muchos minutos peleando conmigo mismo, no podía ser tan idiota de haber cogido el llavero equivocado, no podía estar tratando de abrir mi puerta con la llave de él. Me dejo caer al suelo sabiendo que soy un idiota alcoholizado y dejo que el sueño me gane.

***

Cuando abro los ojos y el dolor de cabeza me obliga a soltar una maldición, me doy cuenta de que no estoy en mi apartamento, reconozco el lugar como si fuera mío porque he pasado años entrando y saliendo de acá como si fuera mi casa pero no es mío, es de él. Una corriente eléctrica atravieza mi espina dorsal, un miedo indescriptible se instala en mi pecho cuando me observo tan solo en boxer y una ráfaga de frío se cuela debajo de mi piel. ¿Qué mierda pasó aquí? Busco por toda la habitación algún rastro suyo pero nada me deja saber que está aquí, estoy solo en su cama, su cama cubierta de su maldito olor y de repente tengo deseos de llorar.

-Toma, imagino que tienes un dolor de cabeza de los mil demonios, te hará sentir mejor. -La dureza de su voz me hace pegar un brinco, no lo sentí entrar, no supe que estaba en la habitación hasta que me habló con ese tono frío, desconocido.

-Gracias. -Respondo aún sin alzar la mirada, me muero de vergüenza, no es la primera vez que me despierto en su cama después de una borrachera pero ahora es diferente, todo es diferente.

-No es nada.

Casi ladra en mi dirección y escucho que sale para dejarme nuevamente solo, eso me hace sentir peor porque es un recordatorio de que aunque me haya traido en un estado de inconsciencia, nuestra amistad está muerta y él no soporta verme. Me trago la pastilla con un poco de agua y agradezco en silencio, la sed me está matando y la cabeza me va a explotar, más ahora que acabo de confirmar que perdí a mi mejor amigo por idiota. 

Necesito salir de aquí lo más rápido posible y aunque quisiera quedarme echado y tomar una sopita de las que me prepara siempre que bebo de más, se que lo mejor es que me aleje de su vida, nuestra amistad ya no existe porque yo fui un idiota que quiso tener sexo con su mejor amigo, fui yo quien literalmente le salté encima y habría dejado que usara mi cuerpo a su antojo sin oponerme porque estaba enamorado de él como un idiota pero la había cagado, Joel no me amaba de vuelta y si pasó ese sexo oral mutuo, fue tan solo porque yo lo acorralé.

Me vestí cuando encontré mi ropa doblada sobre el mueble, la había lavado porque llevaba el mismo aroma que la suya, me gustaba tanto su olor pero sacudí esos pensamientos ridículos, no era momento para pensar en los sentimientos que tenía por él, no era momento de ponerme a enumerar el sin número de cosas que amaba de Joel, ese grupo gigante de cualidades que había admirado en silencio por larguísimos años y que había tirado a la basura en tan solo minutos.

Cuando bajé a la sala de estar, el olor a café me hizo caminar a la cocina, si había algo que amaba en la vida más que a Joel, eso era el café aunque a decir verdad, lo amaba más a él. Él me miró desde su silla, dirigí una corta mirada a donde estaba sentado con su celular en mano y una taza humeante delante, que me parta un rayo si no era lo más hermoso que había visto en mi vida, con esa camiseta sin mangas y sus cabellos húmedos. Bajé la cabeza avergonzado, sus penetrantes ojos marrones me atravezaban la piel y no estaba en condiciones de fingir que no me moría de amor por él.

-¿Cómo... cómo terminé aquí? -Susurré sin mirarlo, poniendo en una taza el resto del café que había dejado en el termo, tragándome un sorbo gigante por la tensión que se sentía en esa cocina, sintiéndome horrorosamente pequeño.

-Sentí tus intentos fallidos de entrar y salí a ver, estabas borracho muerto y te habías vomitado. Tuve que darte una ducha porque olias a podrido y no te iba a poner a dormir en mi cama así.

-Yo...yo estaba en mi puerta, la llave no...

-No, estabas aquí, estuviste miles de minutos pateando la madera para entrar. Salí cuando dejé de escucharte y te ví. No se como aguantas vivir así, vas a morirte uno de estos días si sigues poniendo esas cantidades de alcohol a tu organismo.

-¿Yo estaba aquí? ¿Era tu puerta? -Cuestioné muriendo de vergüenza, alcé solo un segundo la mirada y me arrepentí en el acto, sus ojos eran lo más frío que había visto en la vida.

-Si Erick, estabas como idiota ahí, agradece que te metí porque de lo contrario ibas a ser el show del condominio si alguien te veía.

-Lo siento...yo no... no quería...

-Deberías realmente recapacitar tus actos, no siempre voy a estar para cuidar de tu culo.

-Lo se, yo me voy, no quiero molestar más. -Me estaba sintiendo realmente mal, entre la resaca y sus palabras hirientes, todo dentro de mí era un caos y no quería más de esto.

-Si... será mejor que te vayas, ya diste suficiente pena por un día.

-Mira Joel, me voy a ir por el respeto que te tengo y porque has sido mi mejor amigo toda la vida pero ya deja de querer humillarme. La cagué, vale, lo se y no, no me siento orgulloso de ello. Soy un idiota y te he jodido la vida pero yo no te obligué a entrarme, no te lo pedí, lo hiciste porque te dió la gana. Ahora...lo que pasó ayer fue un puto error que nos costó la amistad de toda la vida y eso me duele como no tienes idea porque te amo y es jodido que esto pasara. Fue también mi culpa, soy un maldito idiota que solo va cagándola por el mundo pero tú también me chupaste la polla a mí. Así que dejemos de pendejadas, si no puedes superar eso y seguir siendo amigos como siempre, entonces deja de hablarme de verdad, deja de preocuparte o recogerme borracho perdido. Si me vas a odiar por intentar entregarme a tí, pues hazlo. ¡Joder hazlo! Pero deja de tratarme como si no supieras quien soy porque eso me está matando.

No quería llorar delante suyo, no quería llorar y punto pero perdí toda la voz después de esas palabras, perdí la voz al mirar su rostro desencajado y entonces hice lo mejor que sabía hacer, salir huyendo como el cobarde que era.

No quería llorar delante suyo, no quería llorar y punto pero perdí toda la voz después de esas palabras, perdí la voz al mirar su rostro desencajado y entonces hice lo mejor que sabía hacer, salir huyendo como el cobarde que era

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hard to accept ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora