capítulo 19

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Capítulo 19

- ¿Qué carajos le pasó...? - dijo Harry, levantando a su amiga, y colocándola en la cama conjunta a Ginny, quien estaba en su cama, mirando a una pálida e inconsciente Hermione. - Ginny... – dijo, quitándole los zapatos, y tapándola con las sábanas – ¡GINNY!

- ¡Que! – chilló. - ¿de qué carajos hablas?

- No se... ¿este cuerpo inconsciente que acabo dejar en la cama, no te da una idea? - dijo irónicamente quitándose el sudor de la frente. Ginny lo miró con ganas de matarlo – venía a hablar contigo, y escucho semejante ruido... me acerco presuroso para ver qué ha sucedido, porque la verdad, parecía que había entrado un elefante en una chatarrería del tremendo ruido que hizo al caer – Ginny tenía dobles ganas de matarlo, Hermione desmayada y él muy idiota haciendo bromitas - ... y me encuentro a mi mejor amiga despatarrada en el suelo. - la miró poniendo las manos en la cintura – ¿tienes idea qué le pasó? - ella se levantó lentamente, y ni eso, pudo frenar un pequeño mareo. Harry maldijo en voz baja, y se acercó para abrazarla – maldición, estate quieta, voy a llamar a la señora Pomfrey... - la aferró a su cuerpo – no te me vayas a despatarrar tú también – ella le golpeó el brazo – se ve que te estás recuperando, porque ya te volvió lo bruta. – sonrió.

- ¡Hazte a un lado Potter! no hace falta que llames a la enfermera, y por favor, deja la comedia porque con esa cara de insufrible, no te va. - dijo ella soltándose, y acercándose a su amiga para tomarle el pulso. – soy sanadora y puedo atenderla – él chasqueó la lengua.

- Si, claro, señorita "soy sanadora y puedo atenderla" – dijo irónico – si no caes al suelo desmayada primero – ahora era el turno de ella de chasquear la lengua.

- Exagerado... – dijo ella, mientras movía la varita susurrando un hechizo, que hizo que de su varita apareciera una fina tela que se enredó alrededor del brazo de Hermione, haciendo un sonido extraño.

- Porque te quiero... - murmuró, mirando hacia el ventanal, tratando de que Ginny no la escuchara, pero la pelirroja lo hizo. Ella, sonriendo, se acercó y le dio un sonoro beso en la mejilla - ¿y eso?

- Un beso... - la miró – yo también te quiero... - Dijo, y él sonrió.

- Hablaba de ese hechizo... - ella rio.

- Ah, es una especie de tensiómetro mágico... - él arqueó las cejas – toma la presión sanguínea. Hermione y yo hablamos de aquellas cosas muggles que podrían ser útiles en el mundo mágico, y bueno...

- Eres realmente una bruja excepcional...

- ¡Ya cállate! – dijo ella escéptica.

- Es verdad, eres excepcional, e inteligente... y caliente – dijo admirándola.

- Siempre el tono de sorpresa... – respondió, sonrojándose y dándole un pequeño golpecito en el brazo. El tensiómetro mágico, realizó un pitido, y Ginny observó la medida – bueno, tiene baja la presión... - lo miró – seguro que... que...

- ¿Qué? - preguntó clavando los ojos verdes en la inconsciente Hermione. Ginny lo miró, no estando segura de comentarle sus sospechas. Su amiga, tenía la relación con su hermano en secreto, y quizás Harry vislumbrara sólo una parte de ese vínculo, pero con seguridad no se imaginaba las posibles consecuencias de este. Suspiró. Si ella corroboraba sus sospechas, y Harry se enteraba... ¡iba a arder Troya! Y su hermano, recibiría una paliza que recordaría de por vida. No, mejor no hablar de ciertas cosas con Harry, al menos hasta asegurarse de que lo que temía fuera cierto.

- Que seguramente, como es Hermione, tan seria, y como estaba nerviosa por la reunión contigo y Ron, pues no ha comido nada desde anoche...

- Bueno, estaba algo descompuesta esta mañana cuando nos reunimos – dijo Harry, algo preocupado. - ¿crees que fue eso, o quizás el estrés por lo que nos ha contado? he leído que a veces cuando pasas por una situación de estrés, el cuerpo te lo cobra.

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