Lo que no fui

CAPÍTULO 7

Capítulo 7

La misma sensación... un nudo certero que le atenazaba el estómago cada vez que pisaba ese lugar. El sudor frío, la angustia y la rabia se mezclaban en su cuerpo dejándolo vacío, seco... débil, como si fuera atacado por un dementor... llegar allí le quitaba los pocos momentos felices que podía recordar. Aunque últimamente si lo agarrara un dementor, la pobre criatura se moriría de hambre... no había momentos felices que tomar. No había nada que robar. Ella, su "esposa," y su locura se lo habían llevado todo.

Al entrar a la sala, vio que Ginny estaba asegurando las manos y los pies del sospechoso, con las cadenas de la vieja silla que se ubicaba al centro del recinto. La gradería estaba vacía, como habían acordado con el ministro y sus compañeros. Cormac MacLaggen bamboleaba la cabeza de un lado al otro, aun inconsciente por los sendos aturdidores que recibiera. Sonrió al observar que Ginny aprovechaba su estado de aturdimiento para darle un par de golpes en la cara, demasiado efusivos. Ginny lo miró y su mirada castaña rezumaba picardía. Era increíble que aun cuando se llevaran tan mal, se entendían sin palabras. Los dos habían captado la intención de MacLaggen, y habían reaccionado de la misma manera. Suspiró. Si tan solo hubieran sido así hace años... Nicky no estaría muerto. Nicky, quizás no se llamaría, Nicky, pero si James... y seguramente tendría el cabello rojo, como su madre... como tantas veces lo habían soñado recostados, uno al lado del otro, en aquellos pequeños momentos robados bajo su árbol favorito en Hogwarts. Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás...

- Harry... - dijo Ron sacándolo de la estupidez – Kinsley vendrá en diez minutos. – lo miró - ¿lo esperamos?

- No... - sacó su varita y llegó hasta la silla – quiero sacarle una declaración a como dé lugar... si es preciso voy a reventarle la cabeza... - Ron sonrió con malicia – Podría decirse que después de casi diez años, le devolveré el favor...

- Eres mi héroe... - respondió su amigo. – si le sacas un par de dientes pago la cerveza.

- Trato hecho. – dijo quitándose la chaqueta y arremangándose la camisa. Ron observó la actitud de su amigo. Luego miró al sospechoso, y realmente sintió lastima por él. Ginny se enderezó al verlos llegar y miró a Hermione que estaba lago distraída acomodando los pergaminos.

- ¿Vas a hacer de notaria? – Ginny le preguntó.

- Alguien tiene que dejar por escrito todo lo que suceda aquí... - dijo Hermione sacando una hermosa pluma de pavo real, color azul cobalto. – pero prefiero usar la vuelapluma. – Ginny asintió.

- Encántala para que no escriba cada cosa que se haga aquí... - dijo seria – Harry se va a esmerar con este idiota. Suspiró. – y la verdad, es que no quiero que haya un registro de los golpes... - la miró.

- Debes dejar de salvarlo Ginny...

- No trato de salvarlo... - dijo molesta- quiero que termine esta mierda, así podremos movernos hacia algo seguro. Odio estar en ascuas, Hermione.

- Entiendo... – suspiró – yo también quiero que esto termine.

- Quiero saber que se traen estos idiotas con ese maldito giratiempos. – se acercó – Draco dijo que quieren deshacerse de Harry, y si no sabemos lo que tienen en mente con ese giratiempos, no sabremos cuándo actuar... y cómo.

- Si, tienes razón...

- Lo que más me pone histérica es la incertidumbre – Hermione la miró seria – no sabemos cuándo van a usarlo, ni a qué época irán... y qué harán una vez que estén allí.

- Eso es lo malo... - suspiró – y lo peor es que si cambian algo del pasado, modificarán el presente que conocemos... y nuestro futuro

- Malfoy padre tiene el giratiempos... - bufó – y aún no sabemos si lo usó o no... si lo usó estamos fritos, amiga.