capítulo 13

563 28 23
                                    


CAPÍTULO 13

A pesar de vivir en un mundo de magia, donde la mayoría de las cosas o eventos que sucedían eran posibles, el profesor Dumbledore no podía creer lo que veían sus ojos. Dos generaciones de magos frente a él. James Potter, sonriente y jovial como siempre, a su lado el incondicional Sirius Black. A su izquierda Lily Potter, hermosa y feliz, y en sus brazos aquel pequeñito que tan solo con verlo unas cuantas veces desde su nacimiento, ya le había robado el corazón. Y también, como no podía faltar, Remus Lupin, tan humilde como siempre.

Detrás de ellos estaban aquellos jóvenes desconocidos... demasiado serios, demasiado formales. Alguno de ellos, en especial las mujeres, fueron un tanto cordiales con el director. El pelirrojo miraba a un lado y al otro. El que decía ser Harry Potter... Dumbledore suspiró apesadumbrado. Ese muchacho parecía demasiado perdido, demasiado infeliz. Estaba un tanto separado de ambos grupos... era de suponer que no se llevaba bien con ninguno de los presentes.

Dumbledore se acercó al hall central con una sonrisa en su rostro y los brazos abiertos. James fue el primero en saludarlo, seguido de Lily y los demás. Harry y el grupo visitante, solo esperaron su turno. El viejo profesor, se acercó a Harry, y le tendió la mano.

- Bienvenido nuevamente señor Potter – y miró al niño – me resulta curioso que ambos jóvenes puedan estar en una misma dimensión sin fusionarse - Harry lo miró arqueando las cejas – se muy bien como funciona Bran Drochaid.

- Seguramente – dijo con brusquedad – usted siempre es de guardarse uno que otro secreto...

- Y bien... - insistió el Director,

- Regalo de la reina de las hadas. - dijo secamente.

-  Lógico... - aseguró sonriente, y luego miró al resto – como a usted ya lo conozco, sería amable de su parte,  presentarme a los demás... - Harry iba a hacer los honores, pero Ginny le dio un codazo y lo dejó con la palabra en la boca. Dumbledore, sonrió ante la desfachatez de la jovencita.

- Podemos presentarnos solos – dijo la pequeña pelirroja con una hermosa sonrisa – mi nombre es Ginny Weasley, soy auror y sanadora en jefe y Perito forense de la Elite del fénix.

- La idea era presentarse, no darle tu currículo Weasley... - dijo Harry. Ella le sacó la lengua y luego ofreció sonriente la mano al profesor.

- Disculpe, es que Harry habla de envidia - Dumbledore arqueó una ceja sobre  los lentes de medialuna, interesado en lo que la muchacha podía decir. Harry en cambio chasqueó la lengua -  a él solo le dio la cabeza para ser auror.

- Mucho gusto. - dijo sonriente. – Weasley... ¿es acaso usted...?

- La hija que espera Molly y Arthur Weasley...

- Era de suponer – miró a Ron –  Y usted,  sin riesgo a equivocarme, me imagino que usted también es Weasley.

- Ronald...

- Si – sonrió – conozco a su tío Billius... - Ron se puso rojo, recordando las "hazañas" de su tío, cuando bebía de mas.

- Pero no soy como él...

- No, seguro que no – sonrió dándole  la mano – y esta bonita señorita...

- Hermione Granger.- dijo entusiasta – es un honor volver a verlo... digo, en realidad verlo en esta época, es decir usted y la profesora MacGonnagal son...

- Deja el entusiasmo Granger o vas a orinarte encima – dijo Harry rompiendo el clima ameno. – necesitamos organizarnos para buscar el giratiempos y al resto de los mortífagos. - los miró - Lamento sacarlos de su burbuja de alegría exteriorizada, pero les recuerdo que no vinimos a esta época a hacer sociales- miró a Dumbledore – es importante enfocarnos en la misión.

Lo que no fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora