Capítulo 28

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Me desperté sintiendo la pequeña manito de Akimi tomando mi dedo índice mientras que el brazo de Ritsuka estaba sobre mi pecho. Ambos niños estaban plácidamente dormidos. Miré en dirección a donde se encontraba Akihiko.

El rubio sonreía cálidamente con su mirada fija en mí y en los niños a mis lados. No me moví mucho para no despertar a ninguno de los dos niños.

Tenía un ligero dolor de cabeza producto de haber ingerido un poco de alcohol ayer.

—¿Llevas rato despierto?—le pregunté en un susurro a Akihiko mientras apartaba delicadamente el brazo de Ritsuka de mi pecho.

—No pude conciliar el sueño después de haber acostado por quinta vez a Aki—respondió el rubio con diversión antes de sentarse y cuidadosamente bajarse de la cama y colocarse de pie. Suavemente provoqué que la mano de Akimi liberara mi dedo, pero rápidamente la menor empezó a mover su mano esperando encontrar la mía, siguió moviendo su mano incómoda hasta conseguir la mano de Ritsuka, y simplemente la bebé tomó la mano de su tío para seguir durmiendo. Se veían muy tiernos los dos.

Me bajé cuidadosamente de la cama y junto a Akihiko salimos de la habitación, fuimos al baño a cepillarnos y lavarnos la cara. Luego fuimos directamente a sentarnos en el sofá. Nos acabamos de levantar y todo, pero realmente estamos algo exhaustos, prácticamente no dormimos mucho debido al llanto de la bebé. Ritsuka tiene el sueño un poco profundo por lo que afortunadamente él no se despertaba cuando Akimi lo hacía.

Suspiré profundamente y recosté mi cabeza del hombro de Akihiko, nuestras manos estaban unidas con nuestros dedos entrelazados. El color rojo de la camisa de pijama de Akihiko combinaba mucho con el tono de sus mejillas.

El rubio acercó su rostro hacia el mío con una sonrisa y me fue recostando lentamente en el sofá hasta quedar él encima mío, acto seguido comenzó a besar mi cuello dulcemente. Reí suavemente debido a la sensación de cosquillas y placer que me brindaba sus labios.

La camisa que tengo puesta es de Akihiko, por ende, me queda un poco grande por la enorme diferencia en nuestros físicos. Mi hombro izquierdo queda descubierto, por lo que Akihiko aprovechó eso y empezó a acariciar mi hombro con sus labios, y de repente me mordió el hombro. Dolió un poco, pero no lo aparté. Luego de dejar esa pequeña marca en mí se separó de mí para quedar frente a frente. Mis mejillas estaban totalmente rojas. Akihiko soltó una cálida risa.

—¿Te mordí muy fuerte?—cuestionó tocando con sus dedos esa marca en mi hombro que me acaba de hacer. Lo amaba con locura a tal punto que si me marcaba o me hacía suyo no me importaría, más bien estaría agradecido con él.

—No, está bien, tranquilo—susurré envolviendo su cuello con mis manos para atraerlo más a mí y así unir nuestros labios. Nos besamos por un rato y después nos dedicamos a acariciar el cabello del contrario.

Mi cabello no ha tenido tiempo de crecer, pero supongo que está un poco más largo que antes. Desde que Akihiko me pidió que me dejara crecer el cabello, he estado imaginando futuros posibles escenarios como, por ejemplo, Akihiko peinandome y también me imagino a Akimi jugando con mi cabello.

Deposité un beso en la punta de su nariz segundos antes de retomar los besos en los labios. Akihiko se comporta muy paciente y amable conmigo, también busca mi aprobación para la mayoría de las cosas que hace, aunque en ocasiones es un poco molesto que pida mi opinión para todo, igual me parece algo lindo porque me demuestra que quiere hacer las cosas bien.

De pronto, escuchamos un llanto proveniente de la habitación, pero rápidamente el llanto se duplicó. Habían dos pequeños llorando, por lo que puedo suponer que Ritsuka se alarmó al oír a llorar a la bebé y por eso también se puso a llorar.

Su hijo (Given)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora