Narra Ugetsu Murata
—¡Gané!—exclamó Mafuyu enseñándole a Ritsuka todas sus cartas—. ¡Así que en total me debes 15 caramelos y cuatro chocolates!. ¿Juego nuevo?
Ritsuka y Mafuyu estaban jugando a las cartas sentados en el suelo, yo estaba sentado no muy lejos de ellos. Mientras Mafuyu le daba una paliza en las cartas a Ritsuka, yo revisaba las leves heridas en mis rodillas, ya no me duelen tanto realmente y mi tobillo está mejor.
—¡Me rindo, tú siempre ganas, Mafuyu-chan, ni siquiera tengo con que pagarte!—respondió Ritsuka arrojando sus cartas al piso. Miré al par de niños, Mafuyu se había acercado a Ritsuka.
—¡No importa, te daré de mis caramelos y chocolates para que puedas pagarme!—exclamó Mafuyu sonriendo y tomando las manos de Ritsuka—. Además, te dije que compartiría todo lo mío contigo—le recordó, las mejillas de Ritsuka se tornaron rojas mientras veía al contrario.
Ambos niños se tomaron las manos unos segundos y luego se abrazaron. Este par de niños se volvió más unido, pensé que al vivir juntos discutirían por los juguetes o la comida, pero nada, se comparten todo y se llevan mejor de lo que creí.
Se puede notar con facilidad que Mafuyu siente algo más allá de la amistad por Ritsuka, aún pienso que están muy pequeños como para enamorarse, pero tampoco obligaré a Mafuyu a deshacerse de esos sentimientos ya que parece sentir un amor infantil e inocente, además, lo más probable es que cuando ambos niños crezcan les empiecen a gustar otras personas y cosas, por ende, no me molesta tanto que Mafuyu sienta algo por él ahora. Ah, recuerdo que yo a su edad me había enamorado de uno de mis peluches y estúpidamente planeaba casarme con dicho objeto.
Lo bueno es que ambos niños han estado muy animados. Aunque en mi caso no es así.
Últimamente la ansiedad me ataca. Es como si yo estuviera esperando algo siempre, tampoco puedo sacar a Haruki ni de mi mente ni de mi corazón.
Quiero y no quiero que ver a Haruki.
Tal vez mañana Haruki llegue, toque el timbre y yo lo reciba dándole un fuerte abrazo mientras Ritsuka y Mafuyu corren a abrazarlo también, luego nos pondríamos al día con todo y lo ayudaría con el tema legal de Ritsuka. O tal vez él no vaya a volver jamás, dejándome atrás y yo simplemente esperando que en algún punto decida volver.
Todo aquello que han dejado atrás se ha convertido en mi todo.
Simplemente abracé mis flexionadas piernas escondiendo mi cabeza en mis rodillas. Podía sentir las lágrimas quemando mis ojos.
Podré seguir viviendo incluso si no es a su lado, pero igual será doloroso hacerlo.
—Ugetsu-chan está llorando...—oí que le susurró Mafuyu a Ritsuka. Inconcientemente sonreí al ver lo mucho que me conoce ese pequeño niño—¡vamos, Ritsuka-chan, como lo ensayamos!.
Segundos después de que Mafuyu exclamara eso, sentí como ambos niños me abrazaban muy fuerte. Mafuyu me abrazaba estando a mi izquierda mientras Ritsuka también me abrazaba estando a mi derecha.
—¡Ugetsu-chan se queja cuando me pongo a llorar y es igual de llorón!—se quejó Ritsuka jalando mi camisa buscando que yo lo mire, pero no le presté atención a eso y permanecí en la misma posición.
—Sueltenme—pedí casi en un susurro.
—No, yo nunca voy a dejar a papi Ugetsu ni voy a soltarlo. Porque así como papi Ugetsu prometió que nunca me dejaría solo, yo tampoco debo dejarlo solo porque somos familia—dijo Mafuyu sonriendo. Levanté mi cabeza para mirarlo, Mafuyu me dedicaba una cálida mirada—. No te pongas triste, ¿no era papi Ugetsu quien siempre decía que no quería a nadie a su lado y que estaba satisfecho conmigo?.
—Pues sí, pero eso era antes...—musité fijando mi mirada en mis rodillas.
—¿Antes de qué?—cuestionó el pelirrojo.
—Antes enamorarme profundamente—respondí con mis mejillas ligeramente rojas y húmedas.
Mafuyu me miró unos segundos tratando de comprender mejor lo que dije, después simplemente se acercó a mí y me dió un beso en la mejilla, rara vez él hacía eso.
—Todo está bien—me recordó el pelirrojo con una tierna sonrisa y un deslumbrante brillo en los ojos—. Seguirás adelante porque me tendrás a tu lado. Así que por ahora solo tenemos que solucionar el tema de Ritsuka para que no haya más problemas y no vuelvan a intentar matarnos.
Me quedé pensando en sus palabras durante unos segundos, fue entonces que se me ocurrió algo, una idea llegó a mi cabeza—Ya sé.
—¿Qué sabes?—preguntó Ritsuka—. ¿Sabes cómo solucionar todo?.
—Más o menos—contesté limpiando mis lágrimas, mi energía estaba volviendo ahora que una buena idea había llegado a mi cabeza—. Tengo que hablar con Akihiko y decirle que pida la custodia de Akimi, así hará que Yayoi se enoje, y termine cometiendo un error que nos pondrá las cosas más fáciles.
Mafuyu y Ritsuka tenían una cara de confusión total.
—No entendí—dijo Ritsuka.
—Tranquilos, no hace falta que entiendan por ahora, solo yo les diré que hacer en su momento—aclaré colocándome de pie—. Tengo una idea para solucionar este problema y que Ritsuka vuelva con Haruki. Aunque primero debo hablar con Akihiko.
Ambos niños al oír mis palabras se abrazaron y empezaron a saltar celebrando que ya pronto todas las cosas malas acabarían.
Es algo riesgoso el plan que tengo en mente y tal vez no vaya a funcionar, pero me cansé de ser siempre los manipulados y las víctimas.
Ahora toca responder a sus abusos.
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Su hijo (Given)
LosoweHaruki tiene una increíble paciencia para todo incluso para los errores de Akihiko, pero... ¿que sucederá luego de que se enteren de la llegada de un nuevo ser?, desde que se anunció la llegada de aquel nuevo ser, los cambios drasticos en la vida de...