Luego de haber desayunado, Ritsuka se entretuvo con sus juguetes, yo me distraje practicando con el bajo. Después de eso, vimos una película juntos, fue divertido pasar la tarde los dos.
—¡Ha-ru-ki-chan!—chilló el de ojos azules ingresando a la cocina, abrazó mi pierna—. ¿Hoy tienes trabajo?.
—No, estoy libre hoy, ¿por qué?, ¿hay algo que quieras hacer?.
—No, solo preguntaba porque hoy también quería pasar el día con Haruki-chan—respondió el menor con una radiante sonrisa. La mayoría de sus gestos me hacían sentir culpable, y por más que me repita que esto es lo mejor, este sentimiento de culpa no se desvanece.
Trato de hacer lo mejor, lo menos que quiero es poner en peligro a Ritsuka o algo. Solo espero que sus padres lo cuiden bien, no me fío para nada en ellos, pero lo único que me queda es esto.
Si Akihiko no mantiene una buena relación con Yayoi, ¿cómo harán con Akimi?, Akihiko no va a abandonar a su hija, supongo que mantendrán una custodia compartida o algo así, aunque ella no tiene el más mínimo interés en la menor.
Bueno, no debería involucrarme tanto, Akihiko ya no es mi pareja... pero aún así es inevitable preocuparme por él, aún me gusta mucho. Suspiré.
—Ritsuka, ve a cambiarte la ropa, vamos a salir—le dije al niño peinando su cabello con mis manos.
—¿A dónde vamos?—cuestionó el aludido estirando sus brazos hacia mí pidiendo que yo lo cargara.
Cargué a Ritsuka, lo primero que él hizo fue recostar su cabeza de mi hombro—Lo sabrás cuando estemos ahí...
—Mmmm... bien.
—Oye, Ritsuka, ya estás algo grandecito para ser cargado, ¿no lo crees?.
—¡No, yo sigo pequeño, así que Haruki-chan todavía puede cargarme!—respondió el de cabello negro cruzando sus brazos.
—Lo hago porque no eres muy pesado, Ritsuka—aclaré mientras me dirigía a la habitación con el niño en mis brazos. Dejé a Ritsuka en la cama.
—¡Entonces no hay problema con que me cargues siempre!—exclamó el menor mientras buscaba ropa que ponerse.
—Está bien. Bueno, iré a darme una ducha, luego preparo el almuerzo y nos vamos.
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Al terminar de comer, recogí algo de ropa de Ritsuka y la guardé en su mochila mientras él jugaba con mi bajo.
—¡Mmm... me gusta más la guitarra!—exclamó el menor colocando mi bajo de regreso a su estuche—. Aunque el bajo también se ve divertido... oye, Haruki-chan, ¿puedo llevar mis juguetes?.
—Solo a perrito-chan—sentencié
Debe llevarse a ese perro de peluche, así me aseguro de que Ritsuka se acordará de pedirle ayuda a Mafuyu y a Ugetsu si necesita algo ya que ese peluche siempre le recuerda a Mafuyu.
—¿Por qué solo a perrito-chan?—cuestionó Ritsuka a punto de guardar otros juguetes en la mochila.
Le sonreí cálidamente—Porque quiero que te acuerdes que siempre Mafuyu-chan estará de tu lado y siempre te brindará una mano.
—Oh... no entendí...
Reí dulcemente y le dí un fuerte abrazo.
—Descuida, en algún momento lo entenderás—le dije mientras me separaba de él para sonreírle.
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Ritsuka iba dando saltitos como de costumbre, sus mejillas estaban igual de rojas que siempre y una sonrisa radiante estaba dibujada en su rostro. Su mano tomaba la mía mientras caminábamos por la calle.
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Su hijo (Given)
AcakHaruki tiene una increíble paciencia para todo incluso para los errores de Akihiko, pero... ¿que sucederá luego de que se enteren de la llegada de un nuevo ser?, desde que se anunció la llegada de aquel nuevo ser, los cambios drasticos en la vida de...