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Sus manos temblaban, tenía que aceptar. Sus dedos jugaban entre ellos. Sus piernas se movían ligeramente de arriba a abajo. Mordía su labio inferior y al notar todas sus acciones, revolvió su cabello y soltó un largo suspiro. "No es digno de un Malfoy" Pensó. En cuando vio a aquella mujer, sintió su estómago revolverse. Se levantó con elegancia de la silla y cuando la mujer lo miró, se quedaron así por un par de segundos en una larga distancia. La mujer caminó hacia él y cuando estuvo cerca, abrazó al rubio con cariño, amor y ternura. 

-Te extrañé, Draco- Susurró Narcissa. 

Draco soltó un suspiro y correspondió el abrazo. -Igual yo, madre. 

Tomaron asiento en aquel elegante restaurante que el rubio había elegido hace un par de días atrás. Cuando contactó con su madre, no dudó en verla para saber cómo se encontraba y realmente se veía bien. Llevaba un lindo vestido negro que la hacía resaltar su cintura y hermoso peinado. 

-Me alegra mucho verte- Interrumpió Narcissa aquel silencio incómodo.

-A mí igual ¿Cómo has estado?

-Bien. Desde que decidiste venirte al mundo muggle a vivir tu propia vida, nada es igual en casa- Respondió y tomó un poco de vino. -¿Cómo te ha ido a ti? 

-Bien, realmente. Tengo un trabajo en una mueblería y vivo con Pansy y Blaise. 

-Me alegra. 

Un silencio se adueñó de la situación. Lo único que se escuchaba eran los murmullos de otras mesas y los sonidos de cubiertos cortando la carne o tenedores enredando pasta. 

-Oí que Potter también se mudó al mundo muggle.

Draco casi escupe su bebida pero supo demostrar tranquilidad. 

-¿oh, sí? Bien por él- Respondió cortando otro pedazo de carne. 

-¿No lo has visto?- Preguntó su madre, mirándolo fijamente. 

-Creo que algunas veces. 

-Que curioso... Astoria me contó que has salido con él un par de veces. 

Draco sintió su rostro arder. ¿Cómo se había enter- Pansy. 

-¿Tiene algo de malo, acaso?- Agregó, tomando un trago de agua. 

-Ninguno. 

La cena continuó con algunos temas sobre ellos y temas irrelevantes hasta que Narcissa volvió a dar en el blanco. 

-Draco ¿Alguna vez te conté la historia de cuando discutiste con tu padre a los 3 años?- Agregó Narcissa. Malfoy negó con la cabeza. 

-Pues, tenías 3 años cuando una reunión importante con algunos socios de tu padre se llevó a cabo. Lucius te había dicho que usaras un traje negro que te había comprado una semana antes. Claramente te negaste porque querías usar un traje verde que yo te había comprado ese día. Tu padre te dijo que no lo harías y tu dijiste "está bien". El día que llegaron sus socios, bajaste los escalones con aquel traje verde. Tu padre te miró con odio y tú solo traías una sonrisa inocente y feliz al sentirte cómodo con aquel traje, no con el que tu padre te dijera.- Relató Narcissa. Draco no entendía a qué se debía aquella historia. 

-También recuerdo cuando tenías 7 años y te llevé al mundo muggle por primera vez. Viste en una de las tiendas un lindo traje de león, te gustó tanto que te lo compré. Al día siguiente, decidiste usarlo cuando fuimos a hacer unos negocios. ¿Entiendes, Draco? Nunca te importó ser "diferente". Nunca te importó lo que la gente pensara de ti. Eras tú por sobre todas las cosas y cuando entraste al colegio, eso cambió.- Narcissa tomó las manos de Draco y les dio un ligero apretón. -Si algo te gusta, no dudes en luchar por aquello aunque te cueste la desaprobación de algún familiar.

Detrás de una historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora