Gensokyo, un nuevo mundo [No oficial]

Muerte inesperada

La ser pelirrosado miraba espantada la situación delante de ella.

-Mierda... ¡Mierda! -ella se acercó rápidamente.

Delante de ella yacía lo que creía cadáver. Esta se agarró la cara con ambos manos.

Al lado de este estaba una youkai coneja un poco herida por el combate previo. Esta la dirigió una mirada aterrada.

-Qué hice... -dijo la primera mirando hacia arriba desesperada.

Tras varios segundos del silencio formado, miró enfurecida hacia el cadáver.

-Ni más me dejo influenciar por ti -dijo mientras caía arrodillada y su furia se transformaba en preocupación -No...

Sin embargo, logró escuchar un sonido extraño.

-¿Respira? 

Esta acercó su cabeza a su boca. Lo oyó nuevamente. Puso su mano en su pecho. Sentía los ligeros golpes.

-Tengo que arreglar esto.

*********

-¿Vamos? -mencionó Kushigo.

-¿Recuerdas dónde dejó el portal al otro lado? -preguntó cushiro.

-¿Creo que Eientei?

-Claro, ahí nos despedimos

-Ah cierto -el parpariano se metió un ligero golpe en la cabeza -¿vamos entonces?

-Clembri está en el baño, espérala -increpó el mayor

-¡Clembri! -gritó el menor

-¡Espera oe, deja hacer mis necesidades tranquila! -gritó la parpariana desde la otra habitación.

Kushigo revoleó los ojos.

-¿Desesperado? -preguntó cushiro riendo levemente.

-La verdad... Me gustaría dar un paseo por ahí y capaz entrenar con alguien.

-¿Te gustó su forma de pelear de... uh, Spell cards? -El mayor se sorprendió

-Sinceramente, sí.

-Bien por ti -el mayor se estiró.

Pasados cinco minutos, Clembri salió del baño.

-¿Tanto demoraste? -preguntó cushiro.

-¿Tú también? -la parpariana estaba enfadada.

-Uy, lo siento -respondió el mayor sarcásticamente.

Clembri suspiró.

-Trataba de recordar mis spell cards -mencionó

-¿Piensas que nos van a atacar? -preguntó kushigo.

-Lo dudo, pero igual siempre hay que estar preparados.

-De todos modos nuestras spell cards se revelarán allá -dijo Cushiro

La parpariana se estiró.

-¿Qué piensan hacer? -preguntó esta.

-Quizás me dé una vuelta por Eientei -respondió Kushigo -¿Quizás me enfrente a una coneja?

-Gracioso te crees -increpó su hermano.

-Digo nomás -kushigo revoleó los ojos -Podría hacerle una visita a Keine.

-¿La... Hatukaku? -clembri se extrañó.

-Haku... Hak... hakutaku -corrigió kushigo.

-La última vez que nos teleportamos, estábamos en Eientei, ¿Seremos llevados ahí de nuevo? -preguntó el mayor