Gensokyo, un nuevo mundo [No oficial]

El regreso a casa

-Puedes quedártelo -dijo Remilia riendo al observar a Clembri tratando de quitarse el traje de sirvienta.

-Para la próxima avisa que te dormirás. Te escapaste de anoche -dijo Sakuya

-Mi error -dijo Clembri riendo un poco.

Sakuya sacó un cuchillo.

-Cuidadito nomás -dijo la humana.

-Cuidadito tú -dijo Clembri a la vez que sacaba sus pulgas.

Cushiro, Cirno y Remilia miraron atentamente la escena. Pasados unos segundos, Clembri y Sakuya echaron una risa.

-Vámonos -dijo el parpariano -Gracias, Remilia.

-Un placer -dijo la vampira.

Tanto cushiro como clembri alzaron la pata en dirección a la mansión, en la cual sus residentes los miraban y repitieron el gesto. Cirno emprendió vuelo, Clembri se subió sobre cushiro y este emprendió vuelo.

-Mi señora, ¿Cree que sean un problema? -dijo Sakuya

-Hayan venido con planes pacíficos o no, un poco de acción nunca está mal -dijo Remilia sonriendo levemente.

Sakuya simplemente revoleó los ojos.

-Vamos, quiero ver que excusa pone Yukari ahora -dijo la vampira.

Tras una hora, el templo Hakurei se lograba divisar.

-Ahí -dijo Cirno y comenzó a descender

Cushiro bajó a la par de ella. Al llegar al sitio, se percataron que la puerta estaba cerrada. Cushiro comenzó a tocar. No hubo respuesta. Clembri tocó. Tampoco hubo respuesta.

-¡Despierta floja! -gritó el hada.

La puerta se abrió levemente por una Reimu que estaba todavía somnolienta.

-No era necesario venir tan temprano -dijo la sacerdotisa parpadeando lentamente.

-¿Entonces Yukari todavía no nos llevará a casa? -dijo Clembri.

-Por supuesto que no -dijo otra voz detrás de ellos.

Al voltear, notaron a Yukari salir de un portal que ella después cerró.

-¿No? -dijo cushiro extrañado

-¿Cómo que no? -dijo Clembri.

-Pues no -dijo la Youkai sonriendo.

Ambos parparianos se miraron desconcertados. A lo lejos, Remilia y Sakuya miraban la escena desde un punto en el cual no se les notaba. 

<<Lo sabía>> pensó Remilia

-¿Perdón? -dijo Clembri.

-Lo que escucharon, se quedan acá -dijo Yukari.

-Yukari, me prometiste que si Clembri ganaba regresaríamos a casa -dijo cushiro.

-Sí, pues no -respondió ella cortante.

Cushiro comenzó a sentirse un poco nervioso.

-Yukari...

-¿Cómo que pues no? -dijo Clembri.

La youkai seguía sonriendo.

-No -dijo ella.

Clembri la miró seriamente.

-Es una broma, ¿cierto? -dijo Clembri.

-No -respondió Yukari.

-Sí lo es -dijo Clembri firme

-No lo es -replicó la youkai.

-Sí... sí lo es.