Capítulo 5: Una oportunidad

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Fue extraño ver a un errante que luego de clavarle un cuchillo en el ojo, se volviera a levantar, todos quedamos sorprendidos, sobre todo David.

Nos relajamos un poco, preparamos nuestras cosas y decidimos salir, con la incertidumbre de si nos encontraríamos con nuevas cosas de las que ya habíamos visto.

Luego de un buen rato caminando, al fin llegamos a la ciudad, me seguía dando miedo, ver algunas zonas vacías, aun así, no nos confiamos, vimos varios lugares que no nos servían de mucho, como una tienda de ropa, de videojuegos o una joyería.

Al estar caminando por la desolada calle, note que David seguía pensativo, por lo que le pregunte como se encontraba, a lo que el con cierta seriedad tan solo contesto que aun pensaba en lo que había sucedido, lo entendí perfectamente, así que no lo moleste más.

Continuamos el paso por un par de calles más, hasta que vimos un lugar de 3 pisos, el cual nos parecía adecuado para quedarnos, nos acercamos para ver como entrar, al hacerlo escuchamos disparos algo lejanos, volteamos hacia la izquierda y 2 personas estaban corriendo mientras disparaban hacia atrás, ya que tenían una gran horda de infectados persiguiéndolos

Intentamos abrir la puerta de ese lugar, solo que al estar cerrada mejor nos regresamos por donde habíamos llegado, David intento forzar varías puertas, cuando nos dirigimos a la tienda de videojuegos, un errante salió de la nada, abalanzándose hacía Jessica, David actuó muy rápido y lo mato con el cuchillo, seguido, con algo de esfuerzo abrió la tienda de videojuegos, preciso en ese momento las 2 personas nos alcanzaron, era un hombre y una mujer de 50 años al menos, aunque con aparente buena condición física, así que todos entraron a la tienda.

No obstante, los errantes ya estaban muy cerca, de hecho, uno de ellos casi me muerde, afortunadamente David me salvo jalándome del brazo, por lo tanto, el, el anciano y yo, tuvimos que seguir corriendo.

Nos metimos a un callejón, llegando a la parte trasera de un edificio que afortunadamente, tenía unas escaleras que daban al techo, subimos lo más rápido que pudimos, rezando para que no pudieran escalar.

En cuanto subimos, David agarro bruscamente al señor de la camisa, exigiéndole respuestas, de porque los estaban persiguiendo.

El hombre le pidió algo de tiempo para recuperar el aliento, no podía ni hablar bien, esto a David le importo poco y siguió preguntando, mientras tanto yo, estaba pensando que Rosie se alejó de mí, por suerte la mayoría nos siguieron, por lo que solo unos cuantos se quedaron tratando de entrar a la tienda.

Comencé a caminar de un lado a otro, sintiendo que el aire se me estaba cortando, les dije que teníamos que planear algo para salvarlos, a lo que David me pidió que primero me calmara, cosa que no era fácil a pesar de intentarlo, simplemente no podía hacerlo, el solo hecho de alejarme de ella me estresaba demasiado y sin esperarlo David me detuvo para luego darme una bofetada, yo me quede impactada, ya que no lo vi venir, aunque si entre en razón

- Lamento eso, pero en serio debes calmarte, si te comienzas a estresar, no lograras nada, no podrás salvar a tu hermanita, ni Jessica, ni a Moon, ellas están mucho más expuestas que nosotros, así que debemos pensar muy bien que hacer, solo que debe ser en calma - Logro calmarme gracias a eso, aunque la bofetada si me dolió, pude entender la situación

El hombre se presentó como Robert, un hombre de unos 50, con el cabello canoso, un bigote igualmente con canas, aunque con una buena apariencia física, dijo que la que se quedó atrapada con las chicas era su esposa Laura, una mujer de casi la misma edad, cabello castaño, corto sin canas, igualmente con buena condición.

Se disculpo diciendo que no quería causarle problemas a nadie, solo que la situación se le salió de control

Nos contó que ellos estaban en un asilo, esperando su muerte, sin embargo, su desesperación fue tal, que tomaron unas armas, entre ellas la ballesta que estaba cargando, y decidieron aventurarse ellos solos desde unos días atrás, lo malo es que, en una ocasión al matar a un errante, el ruido atrajo a más, por lo que esa horda comenzó a perseguirlos, afortunadamente les tomaron mucha ventaja, aun así, casi logran alcanzarlos.

Este no es el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora