Capítulo 13: Desesperación

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Buscamos un buen lugar para quedarnos, luego de un rato, encontramos un hotel, que estaba muy limpio, como si jamás lo hubieran atacado, lo cual a mí me resultaba ciertamente inquietante, pero era mejor que seguir arriesgándonos afuera.

Entrar a las habitaciones fue fácil, porque todas las llaves estaban en recepción, ayude a bajar a Jessica la cual se encontraba muy agotada, debían atenderle la herida

Luego Arthur y Carlos ayudaron a bajar a todos los niños, que estaban igualmente agotados, me resultaba admirable que no se rindieran en ayudarlos. Bajaron las otras 5 personas.

En eso la mujer que salvamos, dijo que era veterinaria y quizá podría ayudar a Jessica, por lo que David y yo acompañados de una linterna buscamos un botiquín.

Camino hacia allá, David estaba muy pensativo, así que le pregunte que es lo que pensaba.

- Tan solo pensaba en el enorme grupo que somos, llamamos mucho la atención, por un momento pensé en irnos por nuestra cuenta, para estar más seguros, pero sé que no es lo correcto. - Me parecía cuanto menos curioso que hubiera pensado en algo como eso.

Enseguida encontramos el botiquín, cosa que me alegro mucho, ya que al menos teníamos un poco de suerte con algunas cosas.

Llevamos el botiquín con la señora para que atendiera a Jessica, afortunadamente la bala no se quedó en su pierna, la cruzo por completo, así que no era tan grave como creíamos.

Mientras esperaba que la terminara de atender, el hombre del machete, se me quedo viendo de una forma extraña, algo que me incomodo, aunque lo relacione por el contexto en el que estábamos así que no le di mucha importancia.

Al llegar a nuestra habitación, dormí relativamente rápido al igual que Rosie, estábamos exhaustas, lo cual no duro mucho, porque en la madrugada me desperté y aunque volví a intentar, no pude dormir de nuevo.

Sali de la habitación, encontrándome en la recepción a Carlos y Arthur discutiendo, solo que en cuanto me vieron llegar Arthur se fue, así que me dispuse a conversar con Carlos.

- Murieron muchas personas, ni siquiera fui capaz de salvar a la mayoría... todos ellos confiaban en que podría protegerlos, no lo hice. Fui débil... siempre he sido débil... cuando esto comenzó no pude salvar a dos de mis hermanos, solo vivo con la esperanza de que mi madre y mi hermana estén vivas, se fueron a Canadá de vacaciones. Por eso le ruego a Dios todos los días que las mantenga a salvo. - Carlos, estaba realmente afectado por todo lo que había pasado.

- Algo que he aprendido es que este mundo... es bastante cruel. Los momentos de felicidad serán pocos y por poco tiempo. Por eso deben ser aprovechados al máximo - Cuando dije eso, se me quedo viendo, como si quisiera un abrazo, pero no estaba segura, por lo que no se lo di.

- Tienes razón Hannah... esto ya no se trata de tener una vida. Tan solo se trata de sobrevivir... por eso debemos ser fuertes - Después de decir eso, tan solo se fue, seguramente quería estar solo.

Regrese a mi habitación, para mínimo estar recostada, cosa que me sirvió para estar más relajada.

Al amanecer, todos comimos un poco, para luego irnos, esta vez Rosie me pidió ir en el autobús con Jessica "para cuidarla" cosa con la que estuve de acuerdo, aunque sabía que solo le emocionaba viajar en esa cosa.

Yo me fui con las mismas personas, es hasta ese momento que la señora que ayudo a Jessica se presentó como Elsa y su nieto era Joshua, el cual parecía buen chico, protegiendo a su abuela.

Luego de 40 minutos, el autobús se detuvo, al igual que nosotros, Carlos bajo para decirnos que ya no le quedaba mucho combustible, lo que era un serio problema para los niños, no podían andar caminando por la ciudad, no lo resistirían.

Este no es el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora