Este no es el final

Capítulo 8: Reencuentro

Buscamos entre todas las personas del lugar, con la esperanza de ver a alguien familiar, desafortunadamente no encontramos a nadie, cosa que nos comenzaba a desesperar.

Preguntando a las personas, nos enteramos que había 3 sectores, por lo tanto, cabía la probabilidad que estuvieran en otro sector, así que nos acercamos a un soldado preguntando como acceder a los otros lugares, a lo que contundentemente menciono que eso no era posible y se fue.

Nos quedamos ahí pasando las horas, hasta que me arte y me acerque a otro soldado preguntando lo mismo, igualmente se negó a contestar, así que insistí contando un poco de nuestra situación, cosa que aparentemente sirvió para que se tentara el corazón.

En voz baja me pregunto los nombres de quienes buscábamos, le pregunté a los demás, los nombres de sus familiares, se los di al soldado para luego irse.

Estuvimos esperando otras 2 horas, donde todos estábamos completamente ansiosos, David estuvo a punto de pararse e irse directo a otro sector, corriendo el riesgo de que le hagan algo.

El soldado llego diciendo que teníamos que acompañarlo de la manera más discreta y que le siguiéramos el juego, en cualquier caso.

Fuimos por un pasillo improvisado, donde nos encontramos a otro solado, el cual pregunto qué hacía con nosotros, a lo que él respondió que tenía que cambiarnos de sector, para estar mejor acomodados, la explicación fue algo vaga, pero funciono.

Cuando llegamos a la entrada del otro sector, el soldado nos contó que por todo el trabajo que ha tenido, además de que no lo dejan cambiarse de posición, no había podido comunicarse con alguien importante, ya que sus superiores eran muy estrictos.

De su bolsillo saco una carta, pidiéndonos que se la diéramos a un hombre de cabello corto, fornido y un tatuaje de dragón en su brazo, llamado Martin.

Le agradecimos por habernos ayudado, pero nos detuvo de nuevo, diciendo algo sumamente escalofriante

- Encuentren a sus familias y.... lárguense de aquí, créanme que es mejor estar afuera que atrapados aquí, parecen buenas personas, así que lárguense, es lo que lo que les conviene. - Nos quedamos en silencio, no sabíamos que responder más que "gracias"

Entramos, de inmediato buscando de nuevo todo apuntaba a que no estarían ahí, comencé a sentir que ya no tenía caso, hasta que David se quedó parado, con los ojos llorosos, diciendo "no lo puedo creer" seguido nos dijo que su esposa estaba ahí, le preguntamos porque no se acercaba a lo que el temeroso dijo, que le daba miedo, así que lo alentamos, tomo valor y fue hacia ella.

Toco su hombro, ella volteo casi cayéndose al suelo de la impresión, para luego darle un fuerte abrazo, seguido de un beso.

David nos hizo la seña para acercarnos, presentándonos con ella, ella se emocionó tanto que igual nos abrazó, "agradeciéndonos" por haber cuidado de él.

Ambos ofrecieron su ayuda para buscar, pero decidimos dejarlos para que se pusieran al corriente y seguimos buscando, sin muchas ganas a decir verdad, viendo lo poco probable que era encontrar a alguien.

Caminamos por unos minutos, así que decidí comentarle a Rosie la verdad, que seguramente no encontraríamos a nuestros padres, estaba eligiendo mis palabras muy cuidadosamente, hasta que Rosie dijo "mamá" y salió corriendo.

Vi como abrazo a una mujer, al subir la mirada pude apreciarla mejor, era mi madre, así que sin más corrí hacia ella directo a abrazarla, ella no podía ni hablar de lo sorprendida que estaba.

Todo el mundo nos miraba, pero hicimos caso omiso, después de un largo viaje por fin los había encontrado, a lo que ella pregunto por Alan.

Dejé de abrazarla y mis lágrimas de alegría se volvieron de tristeza, ni siquiera sabía cómo decirlo, así que tan solo lo solté "No pude salvarlo"