Beyond the words. »Inumaki Toge. FINALIZADA

| CAPÍTULO 2 | ✓

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𝐂𝐎𝐋𝐄𝐆𝐈𝐎
𝐉𝐔𝐉𝐔𝐓𝐒𝐔 

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Omnisciente.

El tan reducido tamaño de aquel lugar no hacía más que dificultar su respirar.

Una mirada perdida y llena de cansancio se dirigió a su siniestra, encontrándose con la única persona que le acompañaba.

—Okkotsu Yuuta-Kun, esto fue... un cuchillo —El mayor de ojos vendados elevó aquel objeto, el cuál había sido deformado de tal manera que era ya inutilizable.

—Intenté suicidarme, pero Rika se interpuso —La voz del azabache denotaba cansancio y dolor.

—Estás muy deprimido, huh. ¿No entras a la nueva escuela hoy? —Aunque el mayor intentó aligerar el ambiente, no consiguió más que un suspiro de parte del menor.

—No iré. Después de lo que hice, no quiero volver a herir a nadie nunca más, así que no saldré —dijo mientras su voz se volvía cada vez más temblorosa.

—Pero eso, ¿no sería muy solitario? —La pregunta del peliblanco consiguió un desvío de mirada de parte del azabache —. La maldición que te aflige, dependiendo de cómo se use, también puedes usarla para salvar a la gente, pero incluso ahora, no es demasiado tarde para enmendar ese incidente.

El menor alzó la mirada, la cuál dirigió hacia el peliblanco frente a él.

—Ya te lo había dicho, puedes convertirte en Hechicero y aprender a dominar ese poder. ¿Dejarás que el sacrificio de tu hermana sea en vano?

El tan solo hacer mención de dicha persona, provocaba dolor y tristeza dentro del corazón del menor, sintiéndose cada vez más culpable de dicho incidente, en el cuál se había visto involucrada la persona más importante para él.

—No, no lo permitiré —respondió con más seguridad.

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Hanabi.

Tras escuchar la confirmación de parte de Gojou-sensei para entrar, la presión que su mano ejerció mientras se encontraba entrelazada con la mía, me dijo que el temor le invadía.

—Todo estará bien —Mi tono era tranquilizador, mientras que mi sonrisa intentaba brindarle confianza.

Unos cuantos pasos bastaron para encontrarnos dentro del aula.

Como si de dagas se tratasen, las miradas de las personas que ahí se encontraban, se clavaron en nosotros, el tan solo sentirlo, me lo dijo.
El temor y el enojo no de hicieron esperar.

—Soy Okkotsu Yuuta, un placer conocerlos —La temblorosa voz de mi hermano denotaba el temor que en ese momento sentía.

—Okkotsu Hanabi, encantada —En un intento por liberar tensión del ambiente, di una sonrisa.

El silencio se vio interrumpido casi de inmediato por el rechinar de algunos muebles.
Un golpe seco en la pared detrás nuestro, me obligó a borrar la sonrisa que intentaba mantener con dificultad.