Beyond the words. »Inumaki Toge. FINALIZADA

| CAPÍTULO 7 | ✓

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𝐎𝐑𝐈𝐌𝐎𝐓𝐎
𝐑𝐈𝐊𝐀 

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—Yuuta —El nombrado recuperó la compostura, limpiando sus lágrimas con su antebrazo mientras dirigía su mirada hacia Rika.

—Lo siento, Rika, te mantuve esperando —respondió el azabache, causando confusión entre sus compañeros, más que todo, en su melliza.

—¿Qué quieres decir con eso? —cuestionó Hanabi haciendo un ademán de dar un paso.

—Mmmm, a cambio de que me prestara su poder, le prometí a Rika que iría al mismo lugar que ella —respondió, causando así conmoción entre sus compañeros y hermana.

—¡¿Que le prometiste qué?! —exclamó a toda voz su melliza.

No obstante, sus tres compañeros no fueron la excepción, pues éstos comenzaron a exclamar al igual que ella, mostrando así su sorpresa y desacuerdo con la decisión del azabache.

El tono de sus voces fueron disminuyendo al darse cuenta de que el cuerpo de quien en ese momento era Rika, comenzaba a desmoronarse.
Para Hanabi, no fue más que el simple sonido de algo siendo roto.

—¿Rika? —La palabra del azabache provocó sorpresa en sus compañeros.

—Felicidades, exorcismo completo —Una voz masculina provino de la parte izquierda, llamando la atención de todos —. Es el tipo guapo, Gojo Satoru-sensei.

No hubo respuesta por parte de nadie, un simple "ugh" por parte de Maki, fue todo lo que recibió el albino.

—Yuuta, esa teoría que tenías me pareció interesante, así que ordené una investigación de sus ancestros, habíamos terminado de investigar a Rika hace mucho, pero había un mérito en investigar también a Yuuta —comentó Gojou —. Y entonces he aquí. ¡Ustedes son descendientes de Sugawara-no-michizane! —exclamó animado —. ¡Eso significa que son familiares míos súper distantes!

—¿Descendientes de la qué? —preguntó Hanabi incrédula.

—Uno de los tres más grandes espíritus vengativos japoneses —respondió Maki nerviosamente y a su vez sorprendida.

—Un chamán súper grande —comentó Panda igual de nervioso.

—Shake —Inumaki no fue la excepción.

Los tres compañeros de los mellizos se encontraban sorprendidos y a su vez nerviosos al saber aquella noticia.

—Estabas en lo correcto, Yuuta —prosiguió Gojou —. Rika no te maldijo, tu fuiste el que la maldijo a ella.

La respuesta de su sensei causó que el sentimiento de culpa estallara dentro del corazón del azabache.

—El que estableció la maldición acaba de revocar el estatus de maestro y sirviente —continuó el peliblanco —. Si el lado maldito no desea poner un castigo, entonces el exorcismo está completo. Y puedes decirlo sólo con mirarla.

Y tenía razón.
Rika ya no era más aquella maldición en un cuerpo intimidante.
Era la misma Rika que Yuuta vio morir hacia 6 años; una pequeña castaña de piel pálida, vistiendo un lindo y casual vestido azul marino, el cual es adornado por un listón rojo en su cuello.