Beyond the words. »Inumaki Toge. FINALIZADA

|CAPÍTULO 28| ✓

𝐅𝐑𝐀𝐆𝐌𝐄𝐍𝐓
02

Había decidido cumplir un capricho de su novio, después de que él había pasado el día entero ganando premios para ella, era lo menos que podía hacer.

Pero ahora, mirando hacia arriba aterrada, reconsideraba seriamente el hecho de cumplir su capricho.

Pasó saliva más de una vez mientras sentía el alma abandonar su cuerpo. Los gritos de euforia y algunos de terror, llegaron a sus oídos, haciéndola sentir incluso más nerviosa e indecisa.

—Tsuna, tsuna —Toge tomó su mano, sacándola del trance.

—O-oye —El peliblanco la miró —. ¿Seguro que quieres... subir a la montaña rusa?

El peliblanco asintió un par de veces para después mirar fijamente a su novia.
Sacó su celular y escribió.

¿Tienes miedo?

—¡No, no, no! —volvió su vista a la enorme montaña —. No...

—¡Takana!

Emocionado y ansioso, el peliblanco volvió a tomar su mano y la guió hacia la fila para subir.

La fila se hacia más pequeña y su miedo más grande.

Sentía su corazón apunto de estallar en el momento que se encontraban frente a frente con aquella enorme atracción, a punto de subir.

Para cuando subieron y ajustaron sus cinturones, la azabache no dejaba de temblar.

Para que el peliblanco no lo notara, se mantuvo constantemente moviendo sus pies y brazos, fingiendo estar emocionada, cuando realmente estaba muerta de miedo.

—Sujiko.

Sintió su mano posarse sobre la suya y se giró a verlo. Le regaló una sonrisa, la cual le permitió ver aquellas marcas sobresalir ligeramente del cuello de su chaqueta.

Suspiró y se mentalizó.

Cuando creyó que sería sencillo de sobrellevar, el trayecto que pasó aferrada al brazo de su novio mientras no dejaba de gritar cualquier cosa que pasaba por su mente, así como cualquier grosería que el peliblanco jamás creyó escuchar de ella, se dio cuenta de que no, no era fácil.

Cuando bajaron, la azabache estaba en shock.
Con su cabello como si lo hubiera masticado un perro y su expresión de trauma.

El peliblanco se juró a sí mismo jamás hacerla subir de nuevo a una montaña rusa. Jamás.