Beyond the words. »Inumaki Toge. FINALIZADA

| CAPÍTULO 25 | ✓

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𝐒𝐇𝐈𝐁𝐔𝐘𝐀

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8:20 p.m

02:54

—Según los estudiantes y hechiceros que se encuentran ya en el lugar, informaron que los civiles dentro del velo... llaman por ti. "Traigan a Gojo Satoru" —informó la ojiazul caminando apresuradamente junto a Satoru. Ante su silencio y expresión sombría, Hanabi no evitó sentirse con temor, aún así, preguntó —. Esto será... ¿cómo el año pasado?

Satoru continuó en silencio, mirándola de soslayo, notando su angustia y preocupación.
Detuvo su andar en seco y la miró.

—¿Recuerdas el plan? —preguntó mientras ponía ambas manos sobre sus hombros. Hanabi asintió —. Repítelo.

—Buscar al cara parchada y acabarlo. Buscar la manera de destruir el velo y si puedo hacerlo sin ayuda, lo haré. Buscar a Itadori y no perderlo de vista —dijo concisa y rápidamente.

—Olvidaste lo más importante, no-

—No contenerme.

El mayor sonrió satisfecho y le palmeó un par de veces ambos hombros.

—Cuento contigo, Okkotsu Hanabi.

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Estación del Templo Meiji.

9:10 p.m.

02:14

—Oye, tranquilo —dijo riendo levemente —. Estaré bien, todavía tenemos muchos planes por delante, ¿recuerdas?

Permaneció en silencio y después un suspiro se escuchó.

Antes de que pudiera si quiera decir algo más, un estruendo proveniente de las plantas bajas la hizo reaccionar.

—Lo lamento, me tengo que ir —Comenzó a correr por las escaleras —. Te veré pronto, te amo.

Colgó y se apresuró hacia donde había escuchado aquel sonido.

Llegó abajo, encontrándose con una batalla desencadenándose frente a ella, de lo que parecía ser un saltamontes gigante y la persona que ahora tenía que proteger.

—¡Yuuj-!

Sus palabras fueron calladas abruptamente por el impacto de algo contra su cuerpo, haciéndola recibir el impacto con sus brazos y aún así, retrocediendo sin despegar los pies del suelo.

—¡Que carajos, Yuuji! —exclamó furiosa al reincorporarse —. ¡Soy yo!

—¡Hanabi! ¡lo siento mucho! —Se disculpó dramáticamente mientras se ponía de rodillas, golpeando su cabeza contra el suelo —. ¡Lo lancé sin percatarme de que había alguien en esa dirección, por favor golpéame todo lo que quieras hasta que ya no estés furiosa!

—¡Olvídalo, acabemos antes con esta cosa! —exclamó al ver al enorme saltamontes ponerse de pie.

—¿Tu eres inteligente? —preguntó aquella "cosa" en dirección a la azabache.