| CAPÍTULO 21 | ✓

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Gracias por las personas que han leído todos los capítulos hasta ahora y han dejado sus votos y comentarios, me hace muy feliz ver notificaciones suyas en mis historias. ♡



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𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎𝐒 

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Vio la hora por sexta vez en cinco minutos.
A duras penas los minutos cambiaron de 6:31 a 6:36.

Guardó su celular en el bolso de su abrigo y miró hasta la vía peatonal.
Cuando tuvo luz verde para cruzar, titubeó un segundo, optando al final por no cruzar, en cambio, dio media vuelta.

Caminó por un par de minutos mientras miraba de vez en cuando las tiendas a su derecha, pensando que si Nobara estuviera con ella, la hubiera tomado del brazo hacia ya varios minutos y arrastrado a cada una de ellas. No sabía si considerarlo buena o mala suerte, pero la castaña se encontraba de misión.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando su celular vibró.
Lo sacó y miró la pantalla, encontrándose con un mensaje de su compañera.

"¿En dónde estás?"

No lo pensó demasiado y lo volvió a guardar.

Miró al frente, a la nada.

Hizo una mueca mientras se mordía el labio inferior cuando sintió la culpa golpear su pecho sin piedad.

Esa misma tarde, por primera vez y no de una manera exactamente pacífica, había discutido con su novio.
Más bien, ella gritó y él, por obvias razones, permaneció en silencio.

La mayoría de las discusiones dentro de un noviazgo son por razones totalmente absurdas, y ésta no fue la excepción.

La falta de comunicación entre ellos era más que obvia incluso antes de comenzar su relación. Sin embargo, la ojiazul había decidido arriesgarse en el momento que su compañero le había declarado sus sentimientos por medio de un escrito.

Esa no fue la razón por la que la fémina había estallado, pero fue su excusa.
Era sencillo: mal día, mal humor y poca paciencia.

Por supuesto, se arrepintió de sus palabras cuando se dio cuenta de que la había cagado. Para su gran suerte, era increíblemente orgullosa.

Había decidido salir del instituto y distraer su mente un poco. Lo malo, es que ese "poco" habían sido ya cuatro horas, de las cuales tres, se la había pasado dentro del cine sin intenciones de despegar el cuerpo de la silla incluso cuando la película había terminado. Los créditos y post creditos nunca le parecieron más interesantes.

Lo que la había herido, o lastimado su orgullo, fue darse cuenta que durante esas cuatro horas no había recibido un mensaje, llamada, señal de humo, nada de su novio.
No esperaba exactamente que el se disculpara, es más, ni siquiera sabía que era lo que esperaba parada de nuevo frente al paso peatonal, observando la luz roja con detenimiento.
Cuando cambió a verde, pareció reaccionar, incluso parpadeó un par de veces antes de volver a la realidad.

Beyond the words.  »Inumaki Toge. FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora