| CAPÍTULO 22 | ✓

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𝐌𝐄𝐂𝐇𝐀𝐌𝐀𝐑𝐔

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Octubre 2018.

515:14

Miró la hora por segunda vez, dándose cuenta de que era ya media noche.
Volvió a guardar su celular y continuó caminando apresuradamente por aquel pasillo, el cuál, de no ser por la luz que le brindaba su linterna, estaría en oscuridad total.

Vio el final del pasillo, y en él, una puerta de metal. Conforme se acercaba aumentaba su velocidad, logrando derribar aquella puerta con la primera patada de su parte, provocando un enorme estruendo, seguido de un eco duradero.

—Tampoco estás aquí —mencionó un tanto agitada y decepcionada.

Se había encontrado con una habitación vacía, en la cuál simplemente yacían restos de energía maldita de Mechamaru, siendo simplemente una distracción.

Dio vuelta y salió del pasillo hacia el exterior, suspirando de alivio al dejar de sentirse ahogada dentro de aquel lugar.

Caminó por aproximadamente diez minutos, hasta que llegó a la civilización de nuevo.
No caminó más de un par de calles cuando logró ver el automóvil de Ijichi estacionado a la orilla de una, en su espera.

—Tampoco estaba ahí —dijo al momento que entraba a la parte trasera del auto —. Dudo mucho que esté en Tokio, no sé porqué Satoru no piensa en eso.

—Está pensando enviar a los de primer año a Kioto más adelante —respondió mientras encendía el auto y arrancaba.

Hanabi simplemente suspiró y miró por la ventana. Permaneció pensativa durante algunos minutos hasta que repentinamente algo cruzó por su mente.

—Ijichi-san —El nombrado le miró por el retrovisor —. ¿Tienes novia?

—¿P-por qué me preguntas eso? —habló el azabache con aquel nerviosismo tan de él. Hanabi rió —. No, no tengo.

—Si tuvieras... ¿qué esperarías de ella en tu cumpleaños? —preguntó sin despegar su vista de la ventana, observando todo moverse rápidamente.

Ijichi sopesó su pregunta un tanto confundido y sin habla por varios segundos.

—Yo diría que... —Lo pensó unos momentos más —. Tiempo a su lado. Creo que no hay regalo que supere el pasar tiempo con la persona que quieres, sea donde sea, mientras se esté con esa persona, lo demás no importa.

La azabache levantó su vista hacia Ijichi, viéndolo con impresión.
Sonrió algunos minutos después aún con la sorpresa en su mirada.

—Ijichi, creo que te pediré consejos más a menudo —dijo entre pequeñas risas. El azabache rió nerviosamente —. Tiempo, ¿eh?...


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—No estaba aquí... tampoco aquí —mencionó la fémina mientras apuntaba ubicaciones con su índice sobre el mapa. Guardó silencio algunos segundos —. Dudo mucho que se encuentre en Tokio, además de pertenecer al colegio de Kioto, Mechama... Kokichi puede manipular sus marionetas a kilómetros de distancia... ¿y si ni siquiera está en Kioto?

Beyond the words.  »Inumaki Toge. FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora