— ¡Ya estoy aquí! — exclamó el chico cargando unas bolsas de plástico — He pedido una pizza familiar para compartir, por qué también compré helado.
Cerró la puerta tras de si, y arrastrando los pies, posó su compra en la alfombra que había en el suelo.
— ¿Y bien, comemos? — dijo sacando la caja de cartón y sentándose en frente de esta — Compre la de queso por qué no sabía cuál te gustaba y es mi favorita.
Kyoka se sentó frente a Denki y agarro un trozo de esta.
— También es mi favorita Kami — esbozó una media sonrisa mientras mordía la cena.
El rubio sintió como la sonrisa le calentaba el alma poco a poco.
— ¿Me vas a contar por que llorabas ya? — Denki la observó con sus grandes ojos dorados a la vez que masticaba.
Jirou resopló y se estiró hacia atrás sobre la alfombra.
— ¿Otra vez con esto?
— Sí, otra vez. No puedo evitarlo
— Bueno, pues vale. Te lo contaré.
Kaminari entornó los ojos y escuchó atentamente.
— Yo...Eh...Tengo ansiedad.
— ¿Ansiedad? ¿En serio,Jirou? Me lo podrías haber dicho antes.
La chica no tuvo tiempo de replicar, ya que Denki había apartado la caja, ahora completamente vacía, y había enredado a la peli morada con sus brazos.
Mientras su cabeza descansaba entre el hombro y el cuello de Kaminari, el malestar la abrumó por completo.
Había mentido al chico del que estaba enamorada.
Bueno, no por completo, ya que si que sufría de ataques de ansiedad, pero no era eso lo que le había encogido el corazón en ese momento para hacerla llorar sin poder parar.
Eran esos odiosos pensamientos intrusivos que tenía cada vez que se permitía pensar en el chico eléctrico.
Esos mismos que no le dejaban declararse.
Así que lo escribió en su libreta de canciones.
Volcó todo lo que sentía y todas sus emociones entre los renglones del grueso papel del cuaderno.
Relató con detalle cómo era esa sensación de sentirse totalmente embelesada por alguien y no poder confesarlo.
Pero después de leer lo que había escrito, las lágrimas comenzaron a asomarse tímidamente por sus ojos.
Y sin quererlo, empapó la hoja.
No entendía lo que Denki Kaminari la hacía sentir.
Las mariposas de su interior estaban revoloteando muy fuerte.
Y temía cada pequeña parte de las alas de terciopelo de estas.
Por qué eran afiladas como navajas.
Por qué le recordaban que nunca sería capaz de estar a la altura del chico eléctrico.
~❀۪~
Comenzó a notar el tejido de su sudadera mojado en la zona del hombro.
Mantenía a la chica entre sus brazos.
Apretándola fuerte, para hacerla saber que él no había desaparecido.
Se separó despacio y observó cómo de los ojos de Jirou brotaba un riachuelo de lágrimas incontenibles.
Denki tomó la barbilla de ella con una de sus manos.
La obligó a subir la cabeza y a mirarle a los ojos.
Los de ella, brillaban como estrellas a causa de la tristeza. Casi no podía sostenerle la mirada.
Colocó un mechón de su melena detrás de su oreja.
Ella continuaba apretando los dientes.
— Estoy aquí Kyo. No pienso dejarte sola a partir de ahora. Nunca más — sonrío Kaminari.
Fue suficiente para que Jirou estallara en llanto de nuevo.
El rubio atrapó entre sus dedos una de sus lágrimas.
Rápidamente, le apartó el flequillo de la frente y depositó un suave beso sobre esta.
— Lo siento Kami.
— No sé por qué te disculpas.
— Por todo este numerito.
— Déjalo Jirou, es una tontería que te disculpes por esto.
Se mantuvieron sujetándose la mirada el uno al otro, a la espera de que el otro hiciese algún movimiento.
Para sorpresa de ambos, fue ella quién cambió de posición, levantándose del suelo y tumbándose sobre el blando edredón de su cama.
Kaminari la observó.
Todavía tenía la cara mojada y los ojos rojizos de tanto llorar.
Ni se le hubiera ocurrido dejarla sola esa noche.
Pero antes de que pudiera hablar, Kyoka se le adelantó.
— Sé que puede ser raro pero, me gustaría que te quedases hoy conmigo — tragó saliva para afrontar el resto de la oración — No para nada sexual, simplemente necesito a alguien aquí.
Kaminari se levantó y se sentó al lado del cuerpo de la chica.
— Será un placer, señorita.
Jirou sonrió levemente.
— Échate a un lado — susurró Denki mientras pretendía colocarse en la cama en la misma posición que ella.
Jirou se movió para que el cuerpo de este encajara a la perfección en el hueco sobrante.
Los dos adolescentes quedaron cara a cara mientras la noche caía sobre el cielo de Japón.
Kaminari desplazó su mano derecha y comenzó a acariciar suavemente con el dorso la cara de la chica.
Pronto, el dios Morfeo se los llevó poco a poco hasta que terminaron sumidos en un profundo sueño.
Ambos sabían que no iban a salir ilesos de la situación.
Pero en ese instante, no se preocuparon.
La noche era suya.
Y era lo que importaba.
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Holaa!! Gran noticia, he cambiado el nombre a la historia y la portada y ahora me gusta mucho más!!
Siento tanto tardar en actualizar, pero hasta que termine mi mes de exámenes así serán las actualizaciones, irregulares.
Espero que disfrutéis del capítulo, ya que es de mis favoritos✨
Recordad votad, guardaros la historia y seguidme si no queréis perderos nada!
Hasta la próxima actualización!!🌸
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Todas Mis Noches - - Kamijirou
FanfictionTodo comienza con unos castos besos y encuentros furtivos a altas horas de la mañana. Poco a poco, en ellos se encenderán unos sentimientos nunca antes vistos. Ni experimentados. El caos se desata y ahora solo les toca disfrutar del viaje, de una fo...