Todas Mis Noches - - Kamijirou

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El sonido del despertador martilleó su cabeza como si de un aviso de maremoto se tratase.

Trastabilló hasta localizar el aparato que emitía el infernal ruido e intentó apagarlo palpando con los dedos.

La melodía se desconectó y Kaminari se frotó los ojos con ambas manos.

Observó la pantalla de su móvil, el cuál era el responsable de haberle despertado, y comprobó la hora sin mucha energía.

Las 10:30.

Había quedado con Ibara a las 11:30 para ir a centro comercial a ultimar los últimos detalles para el baile de esa noche.

El equipo directivo había decidido dejarles la mañana libre para que se pudiesen preparar sin prisa para la fiesta. Creían que todos los alumnos de la U.A. habían trabajado muy duro y se lo merecían.

Al contrario que los días previos, Chargebolt no se encontraba muy animado para ir.

Shiozaki era sin ninguna duda, una chica fantástica, pero daba igual cuál increíble pudiera ser.

Seguía sin ser Jirou.

Por lo menos, el plan tan horrible que había organizado parecía ir viento en popa, pues juraba haber visto a la chica peli morada mirándolo de reojo cuando pasaba junto con la peli verde.

Lo que de una manera u otra, significaba que estaba algo celosa.

Aunque fuera lo más mínimo.

De todas maneras, ella no se había despegado de Bakugo en toda la semana. Iban a cada sitio juntos. Como una pareja.

Lo que hacía que la sangre de Denki hirviera por momentos.

Así que todas las suposiciones sobre celos , se evaporaban. Ahora creía que Kyoka solo lo miraba por qué sus encuentros nocturnos habían dejado de existir, y probablemente, los echaba de menos tanto como él.

Por lo tanto, nada de celos, solo nostalgia.

El rubio terminó de acicalarse y recogió sus cosas a toda prisa para llegar al patio principal donde había quedado con la chica.

La mañana pintaba ser bastante larga.

~❀۪~

— ¡Listo! El mejor lazo de pajarita nunca hecho— exclamó Momo aún ajustando los dos extremos del adorno de Tenya.

El chico se rio y ella le devolvió una dulce sonrisa.

La tarde había pasado en un abrir y cerrar de ojos y ya era la hora de acudir al Baile de San Valentín.

Yayorozu había elegido un vestido rojo con brillantina entallado con cola de sirena y escote de corazón, lo que realzaba todas sus curvas.

Llevaba unos sencillos zapatos de tacón no muy altos color dorado. El pelo lo llevaba suelto, con los mechones formando pequeños bucles sobre su espalda.

Para completar el look, llevaba un bolso del tamaño de una libreta grande, también dorado, junto con un maquillaje muy natural.

Iida por su parte, vestía un esmoquin negro de pantalón y traje, además de una camisa blanca por debajo. Sus mocasines negros brillaban gracias a la luz del pasillo de las habitaciones.

Como accesorio principal, llevaba una pajarita color rojo sangre, que había comprado en cuanto supo el color del vestido de Creati, especialmente para ir a juego con ella.

— Esto... Yaomomo — Tenya carraspeó su garganta e intentó que las palabras salieran, pero no estaban por la labor.

Momo levantó la vista y miró directamente a los refulgentes ojos del chico de gafas.