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— Orejas abre — Bakugo golpeó la puerta de la habitación de la peli morada — Sé qué estás aquí, no has ido a clase y este es el único sitio dónde podrías estar. Abre la jodida puerta o tendré que explotarla.

La amenaza del cenizo no recibió ningún tipo de respuesta.

Lejos de ser un descerebrado, abrió la puerta sin provocar ninguna explosión. Eso sí, bruscamente, cómo era él.

— ¿Qué cojones haces? No es pro... — Katsuki se interrumpió así mismo al ver a la chica enrollada entre las sábanas llorando.

El chico siempre trataba de mostrar a los demás que no le importaba nada.

Ni un mínimo.

Pero, como todas las personas de este planeta, tenía sentimientos, solo que, no era capaz de mostrarlos como lo hacían ellos.

No era tan sencillo para él.

Jirou se había convertido poco a poco en parte de su vida. Primero en una compañera para compartir música. Un poco más tarde, en su mejor amiga.

Aunque esto ella no lo sabía.

No se permitía el lujo de demostrar su amor. Por qué se sentía débil.

Kyoka sabía que la quería aunque fuera un poco. Y con eso bastaba.

— Hola Kats.

— Orejas, repito, ¿qué haces aquí?

— No he dormido bien, no ha pasado nada importante.

— ¿Desde cuándo un "no ha pasado nada importante" te tiene sin dormir y llorando? — preguntó Bakugo con un poco de rudeza — Hazme un sitio.

Kyoka se resignó y levantó las sábanas para que el chico entrase.

Katsuki se sentó en el colchón al lado de esta y se tapó lo mejor que pudo.

— Me importa una mierda que no me quieras contar lo qué te pasa, no me voy a ir hasta que lo hagas.

— Te duermes a las 8, no podrás estar aquí todo el día.

— ¿Qué no? No te conviene retarme, Orejas.

Jirou soltó una risita y golpeó el hombro del rubio.

Así era su relación.

Tenían una amistad muy sana y pura, a pesar de que lo que pudiera opinar el resto.

A pesar de que a Bakugo no se le diera muy bien lidiar con sus emociones.

Se querían como hermanos y eso era lo bonito.

Algo muy contradictorio para la mente de Denki Kaminari.

— Bueno, no hace falta ser Einstein para saber que te ha pasado algo con el idiota eléctrico.

— ¿Y tú deducción es? — preguntó la chica

— Esta mañana fue el primero en llegar a clase. Además tenía los ojos rojos y llorosos y muchas ojeras. No creo que Shinso ni Aizawa - sensei pudieran superarle esta vez.

— Joder.

— ¿Y ya? ¿No dices nada más?

— No sé qué quieres que diga. Estoy bastante bloqueada ahora mismo, no sé que pensar.

— Suéltalo Orejas.

— Bueno, pero no te enfades.

— Joder, no te prometo nada.

— Denki piensa que estoy enamorada de ti.

— ¿¡QUÉ CARA DE IDIOTA QUÉ!?

Bakugo se levantó de la cama de Jirou de un salto.

Todas Mis Noches - - KamijirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora