Todas Mis Noches - - Kamijirou

8

—Kaminari, te hemos visto, abre la puerta por favor.

—Kamibro, solo queremos hablar contigo.

Pero al contrario que ellos, Denki no estaba por la labor de hablar.

Las lágrimas furiosas surcaban su cara enrojecida por la furia y la impotencia.

— Si no nos abres la puerta, ten por seguro que usaré mi quirk para hacerlo yo mismo — amenazó Kirishima con voz grave — Y quién se lo va a explicar a Aizawa-sensei serás tú.

Ante el miedo del castigo que podría ponerle
Aizawa por romper la puerta de su dormitorio, se resignó y les abrió la puerta en completo silencio.

—Tío que... — exclamó Sero antes de ver la expresión de su mejor amigo— Ey, oye, ¿que ha pasado?

Entonces Denki ya no pudo controlar ni un segundo más el llanto.

Se dejó caer sobre su peluda alfombra y colocó sus manos para frenar el manantial de sus ojos.

Misión imposible.

Kirishima cerró la puerta del cuarto y se agachó junto a él.

Sero imitó a su amigo pelirrojo,y, mientras intercambiaban miradas, lo abrazaron a la vez.

— Puedes contarnos lo que ha pasado, ya lo sabes — dijo el chico cinta colocando su mano en el hombro— ¿Por qué estabas en la habitación de Jirou?

— Ah, ¿¡Eso es lo único que te interesa saber?! —recriminó el chico rubio enfurecido quitándose la mano de su amigo del hombro.

— Kaminari, relájate — exclamó Eijiro — Sero te lo ha preguntado por qué estás llorando y se preocupa.

— Y una mierda — Denki apretó los dientes con tanta fuerza que la mandíbula comenzó a dolerle — ¿Sabes qué, Sero? Voy a responder a tus preguntas.

Se intentó secar las lágrimas de furia que le resbalaban por el rostro.

Pero estaba muy enfadado y triste para seguir haciéndolo.

— Me la estaba tirando, ¿eso querías oír? Llevo meses follando con ella. Meses. ¿Y sabes qué he conseguido? Enamorarme de ella y no poder quitármela de la puta cabeza — gritó Denki de forma ahogada y rabiosa.

Como si se fuera a morir por confesarlo.

Sero y Kirishima se habían quedado pálidos ante el secreto que Kaminari les había gritado.

— Kami, yo... Nosotros... No sabíamos que lo estabas pasando tan mal...

La disculpa de Hanta fue interrumpida por el sonoro estruendo que hizo la lámpara del chico eléctrico al estallar contra el suelo.

— Joder — susurró el rubio, pareciendo un poco más liberado.

— Vale, se acabó el discutir y romper cosas por hoy —dijo el pelirrojo tirando de la manga de la sudadera de Denki para que se sentara en la alfombra junto a ellos — Y ahora, tranquilízate y cuéntanos todo, que para eso somos tus amigos.

Kaminari se revolvió el pelo y resopló, después de eso, procedió a contar todo lo que había pasado.

— No tengo ni puta idea de cómo empezar esto pero, ahí voy — inspiró fuerte y trató de hablar lo más claro posible— Me lleva gustando desde aquel día que hicimos parejas para el ejercicio de héroes contra villanos. Ya sabéis, nos pasábamos el día bromeando, riéndonos, metiéndonos el uno con el otro... Hasta que un día no aguanté más y la besé fuera de los dormitorios. Estaba tan nervioso que en vez de soltar algo coherente le dije si quería que fuésemos amigos con derechos. Sorprendentemente aceptó. Y bueno, el resto ya os lo imagináis solos. Lo cierto es que he estado bien así. El poder estar cerca de ella y tenerla para mí sin sentir el miedo a que me rechace.

Kirishima y Sero conectaron miradas y, de nuevo, se acercaron a su amigo para abrazarlo.

— Kami, tenías que habérnoslo contado antes. No puedes lidiar con algunas cosas tú solo — replicó el pelirrojo.

— Gracias por contárnoslo, pero no creo que sea solo eso por lo que estabas llorando — dijo Sero buscando la mirada del rubio.

— Ag, vale — Denki inspiró con fuerza tratando de no llorar más — Ayer Jirou tuvo una crisis de ansiedad. Al parecer le pasa mucho. Así que me quedé con ella por la tarde para hacerle compañía. Cené con ella y después me pidió que me quedara a dormir. En estos meses que llevamos quedando por la noche nunca me había pedido que durmiera con ella. Y tampoco me lo había permitido. Por miedo a que nuestro secreto fuera conocido por los demás. Pero cuando lo dijo, sinceramente tuve que quedarme y ...

— Respira Kamibro, tómate el tiempo que necesites. Seguimos aquí — Kiri le sonrió y Hanta asintió.

— Bueno, me desperté antes que ella y estuve un rato mirándola. No tenéis ni idea de lo bonita que es cuando duerme. Os prometo que ni Uraraka tiene esa expresión tan dulce — Denki sonrió mientras se le iluminaban los ojos, cosa que sus dos amigos notaron al instante — Decidí irme antes de que se despertara por qué bueno, ya sé cómo es, y probablemente me reñiría por no haberme ido. Cuándo me levanté, vi el cuaderno que usa para escribir las canciones. La página estaba arrugada por que la encontré ahí llorando ayer. Sé qué está mal pero leí lo que había escrito. Era como una especie de declaración de amor para alguien. Muy bonita. Tanto que por un momento pensé que era para mí. Pero no lo era.

— Y si no era para ti, ¿para quién se supone qué era? — preguntó Hanta con curiosidad.

— Para Bakugo.

✧･ﾟ: *✧･ﾟ:* 　　 *:･ﾟ✧*:･ﾟ✧
Hola otra vez!! No estoy tardando tanto como esperaba en actualizar, por la semana me costará más, pero lo intento.
No os preocupéis que el final de este capítulo tiene todo el sentido del mundo.
Pero las cosas ya se están empezando a confundir y qué decir, me gusta ver el mundo arder.
Ah! Y para mis primeros lectores, en el capítulo 3, al principio puse que a Kirishima le gustaba Bakugo y que Sero lo había descubierto.
He tenido que cambiarlo a que era Mina, por qué si no tenía problemas para desarrollar el resto de la trama. Me gusta mucho más el Kiribaku que el Kirimina pero bueno.
Sobre el fic Bakudeku, ya tengo el nombre, portada y los dos primeros capítulos, así que cuando acabe con este, seguramente será lo próximo que publique.
Hasta otra y ya sabéis, votad, guardad la historia y seguidme.
Feliz lectura!!🤍