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capítulo 7

Llegaron al colegio, los de primero siguieron a un hombre muy grande y se subieron en unos botes. Susan y Harry se subieron juntos a un bote junto con una chica rubia y un chico moreno que parecía muy tímido.

Vieron el colegio y abrieron sus bocas del asombro, era un castillo medieval precioso.

En las puertas del castillo los esperaba la profesora McGonagall, que después de explicarles lo de las casas los guió hasta el Gran Comedor donde se celebraría la selección.

La selección lo hacía un sombrero muy viejo y raído que tenía boca y hablaba. El sombrero cantó una canción, una vez terminada McGonagall los fue llamando por orden alfabético.

- ¡Abbot, Hannah!

La chica rubia que había estado con él en el bote se acercó con paso tembloroso y se puso el sombrero que la mandó a Hufflepuf.

Susan también fue a Hufflepuf, Hermione Grangerr a Gryffindor, Neville Longbotton, el chico tímido, también fue a la casa de los leones.

- ¡Potter, Harry!- le llamó la profesora.

Harry frunció el ceño pero se dirigió al frente, los demás alumnos cuchicheaban con asombro y los profesores le miraban atentamente.

- Mmm, eres bastante difícil. Tienes muchas cualidades que buscaba Slythering, eres leal, inteligente y valiente. ¡Oh! Así que vives con vampiros... interesante. No sé dónde ponerte... Mmm, ya sé, ¡RAVENCLAW!

La casa de las águilas aplaudió con fuerzas, se alegraban de tener al mismísimo Harry Potter en su casa.

Harry se levantó después de quitarse el sombrero pero no se movió de allí, poco a poco los aplausos se apagaron y esperaron a que el moreno se sentase con los inteligentes.

- ¿Ocurre algo Señor Potter?¿No le gusta esa casa?- la casa de Ravenclaw fruncieron el ceño con disgusto.

- Oh no profesora, estoy muy contento en verdad, pero me gustaría aclarar algo.

- ¿Y qué es?

- Mi nombre es Harry Potter pero fui adoptado y llevo ese apellido. Así que si no les importa me gustaría aclarar que mi nombre es Harry Potter- Cullen.

- ¡Oh! Por supuesto.

- Gracias.

Harry se acercó a su mesa contento al igual que sus compañeros.

Se despertó en su cuarto, el cual compartiría con los otros chicos. Era el primero en despertarse, se bañó, se puso el uniforme, cogió un libro y bajó a leer en la Sala Común al ser todavía muy pronto.

Los profesores se dieron cuenta enseguida que era un chico muy inteligente y no le daba miedo el trabajo duro. También se dieron cuenta de que se metía en muchos problemas.

Ese año comenzaron a haber bromas por todo el colegio, los profesores culparon enseguida a los gemelos Weasley pero éstos negaban con vehemencia que fueran ellos.

Esa mañana, a mediados del curso, durante el desayuno hubo una pequeña explosión y de repente el profesor Snape junto con los Slythering habían cambiado la ropa. Las serpientes estaban vestidos de rojo y dorado al igual que su pelo, en la espalda de la camisa tenían escrito: "Los leones son muy guapos y las serpientes son arrastradas". El profesor Snape tenía el pelo de punta de color azul, llevaba unos pantalones y una camisa de color rosa, en la espalda escrito: "Soy un grasiento que me tiro pedos"

Las demás casas se echaron a reír, sobre todo cuando se levantaron y pudieron leer lo de las espaldas.

El bromista se hacía llamar: El bromista del Mitológico.

- ¡El bromista del Mitológico es muy gracioso!- dijo Susan.

- Sí, es bueno- se rió Harry.

Era la peor pesadilla de los alumnos y profesores, sobre todo de la casa de las serpientes.

Continuar..........