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capítulo 13

Dos días después Harry ya estaba totalmente recuperado. Se levantó y fue a desayunar.

- Buenos días.

- Buenos días Harry.

- He pasado una noche increíble- dijo Harry con estusiasmo.

Empezó a comer del plato que su abuela le puso enfrente.

- ¿Qué vas a hacer hoy enano?

- Pues tengo que matricularme en el instituto. Llevo un año sin estudiar estos estudios y quiero sacarme el título.

- Me parece muy bien cariño.

- Gracias abuela.

- ¿Y después?- volvió a preguntar Emmet.

- Estoy libre.

- ¡Bien! ¿Te gustaría ir a Port Angeles conmigo?

- Claro papá Oso.

Bella rió.

- ¿Ocurre algo?- le preguntó Rose.

- No, es solo que me parece gracioso que le llame así a Emmet.

- Me llama así desde que era pequeño- contesto con nostalgia- ¿Has terminado? Pues vamos.

Emmet acompañó a su hijo a matricularse y después fueron a Port Angeles. Rose y él lo habían hablado y querían comprarle un coche a su hijo, el coche que le gustase.

Estuvieron mirando coches hasta que al mago le gustó uno muchísimo, era un Ferrari California T azul.

Después de rellenar todos los papeles fueron a comprarle a Rose alguna joya bonita como disculpa por no haberla llevado.

Iban andando por la calle, vieron a dos chicos de unos 17 años; uno de ellos se le quedó mirando fijamente a Harry y sonrió con picardía, Harry también sonrió, era bastante guapo.

Emmet se dio cuenta y se extraño un poco... Si hubiese sido una chica diría que su hijo había ligado pero era un chico. ¡Espera! A no ser que... no lo sabía. Nunca habían hablado de eso, ni siquiera sabía si su hijo había tenido alguna relación, era virgen o simplemente había dado su primer beso.

Hablaría con él, le demostraría que podía contarle cualquier cosa y no solo las bromas, de fútbol o cosas así. No. Era su hijo y quería hablar con él de cualquier cosa.

En el coche de vuelta a Forks, Emmet no sabía cómo sacar a colación la conversación.

- Hijo, me he dado cuenta antes de que un chico te ha dado un buen repaso...

- ¿Ah, sí?- preguntó un poco nervioso Harry.

- Sí, y también me he dado cuenta de que a ti no te ha molestado- Emmet esperó a que dijese algo, como no fue así siguió hablando- Y bueno, también me he dado cuenta de que no sé absolutamente nada de tu vida amorosa.

- ¿Quieres saber si soy virgen?

- No era eso pero me lo puedes contar si quieres. En realidad, yo me preguntaba por tus preferencias sexuales...

- ¿Qué quieres decir?- él sabía por dónde iba su padre pero no quería hablar de eso, no estaba preparado porque no sabía cómo se lo tomaría su familia, al fin y al cabo el más joven era su padre y tenía 90 años.

Emmet suspiró.

- Ya sabes a lo que me refiero. Me refiero si a ti te gustan los hombres o las mujeres.

- Papá no tenemos que hablar de esto.

- Pero es que yo quiero hablar de esto.

- Bien- contestó con un suspiro.

- Entonces, ¿eres heterosexual, homosexual o bisexual?

- Homosexual.

Harry lo dijo muy bajito para que no le escuchase, cosa que no ocurrió. Emmet lo había escuchado perfectamente con sus poderes vampíricos.

El silencio reinó en le coche durante unos minutos, minutos que cada vez que seguían pasando más nervioso ponían la azabache. Emmet no sabía qué decir. Harry esperó pacientemente.

- ¡Oh! Bien- contestó finalmente el vampiro.

- ¿Qué quiere decir "Oh bien"?

- Pues eso. Mira hijo a mí no me importa pero no entiendo porqué razón no nos lo has dicho... Porqué no me lo has dicho.

- No sabía cómo os lo ibais a tomar. ¿No te importa?

- Por supuesto que no, lo que tú quieras y te haga feliz. Estoy seguro que a los demás no les va a importar. Ya lo verás- intentó tranquiilizarle.

- Eso espero- susurró Harry.

Continuar..........