En Paralelo |ErenxLectora|

El Fin De Un Largo Sueño.

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Ves como tus hijos están estudiando en la mesa junto a tu adorada esposa y niegas con frustración al ver el empeño que ella le pone en cada lección. Ella lo sabe y aún así sigue anhelante de un cambio.

—Cariño... Ya deja eso, tenemos que disfrutar estas últimas horas de otra forma.—Estas hecho un desastre, ella trata de hacer que cambies tu semblante por el bien de los niños.

—Hermosa mía, ¿Como quieres que me sienta?, les he fallado... Les he fallado.

Ella solo niega con su mirada perdida en los cuadernos de los niños. Ambos están cansados de todo este asunto, pero aún así ella mantiene esperanza . Esperanza que está perdida desde que decidiste tomar este destino.

<<Hoy es el día >>

Toda tu familia va a morir. Ni los niños le serán útiles a los desertores luego de ver en visiones de que ya tienen un repuesto de sangre real para manipular a la hallucigenia.

<<Ya se acabó tu paraíso parásito inútil y bueno para nada>>

Tus palabras cargan demasiado odio acumulado. No entiendes el porqué si tienes todo el poder del mundo no puedes mantener tu felicidad. ¿Porqué la hallucigenia no te da una nueva solución?

Siempre es lo mismo. Ya no hay más destinos que elegir, siempre que miras en busca de un camino, la hallucigenia te traslada al pasado.

<<No hay nada en el pasado para mantener mi presente, ¿Qué es lo que quieres que haga? , se más clara por favor, no comprendo que hacer>>

—Papá...—La mano de tu pequeña hija en tu mejilla te hace levantar la vista, lo único que ves en ella es preocupación. Comienzas a llorar al notar el como tus hijos han dejado de hacer sus deberes para colocarse entre tus brazos.

En este mundo existen muchas religiones, muchos Dioses. En tu tiempo viviendo con Mikasa notaste el cómo las personas se apegan a la fe para obtener algo a cambio, un milagro.

<<Pero yo no tengo creencias, Yo solo creo en el destino que creo con mis manos. Yo soy el Dios de esta familia y les he fallado>>

—Papá... Ya no llores por favor.

Armin esta apegado a tu espalda, con su cara escondida para que no notes sus lágrimas, sus palabras solo te hacen echar a llorar con aún más fuerzas. Todas tus lágrimas son todas de impotencia.

Te aferras a tus hijos con mucho desespero, también le dices a tu mujer que se acerque al círculo para poder despedirse de manera apropiada.

—No voy a despedirme de nadie. —Su voz enfadada hace que tu llanto y el de los niños cese.

—Pero cariño, no hay nada que hacer... — Ella te hace callar enseguida al notar el rumbo de la conversación.

—Si podemos, yo no dejaré que todo termine de esa manera, se que podemos luchar, luchemos Eren!.— Sonríes ante su evidente esperanza, ella es lo más hermoso que has tenido en la vida además de los pequeños que están abrazados a tu persona.

Tú sonrisa se hace más grande, besas a los niños en la frente y lo separas de tu cuerpo para abrazar a tu mujer. Ella ya protegida entre tus brazos, al fin se desahoga.
Su llanto llega a los oídos de los niños, ahora el abrazo es grupal.