The IMPERFECTS [#1]

D I E C I N U E V E

CAPÍTULO 19: ¿Latir al mismo compás?

K A R A

Mi mirada se perdió en mi reflejo sobre el espejo de cuerpo completo frente a mí.

Mi rostro lucía completamente abatido.

Recorrí mi cuerpo de arriba a abajo, deteniéndome en el tirante torcido de mi crop top rojo y acomodándolo con desdén sobre mi hombro.

Mis ojos se encontraban hinchados e irritados después de tanto llorar. Mi lengua acarició con cuidado la reciente herida abierta en mi labio inferior, herida que me había ocasionado al intentar acallar mis sollozos dentro del cubículo del baño.

Me dejé caer rendida sobre la cama.

De verdad lo había arruinado de una manera increíblemente estúpida.

El recordar las palabras y mirada que Alexandra me había dado, solo me hacía sentir la persona más imbécil del mundo entero. La había lastimado, y tenía miedo de esta vez no poder hacer nada para reparar aquel daño.

Supongo que me sentiría mejor si tan solo ella me hubiera gritado todo lo que le pasaba por la mente en ese instante, incluso que me hubiera insultado, pero esa no era su naturaleza.

Justo en el momento en el que me encontraba ahogándome en mi propia miseria, mi hermana entró a mi habitación con todo su kit de maquillaje en manos.

La sonrisa que tenía se borró de sus labios y frunció el ceño al verme echada sobre mi cama sin ganas de vivir.

—¿Qué te pasa, calabaza? —interrogó pateando levemente mi pie para llamar mi atención—. Creí que estarías más animada por pasar tu primer San Valentín con tu novia.

Escucharla decirlo solo hizo que mis ojos nuevamente se aguaran.

—Hey, tranquila... —añadió asustándose levemente por mi reacción.

Me senté en el borde de mi cama mientras limpiaba las lágrimas de mi rostro, todo bajo su atenta mirada.

—Thiago me invitó al Lighting Party —comenté en voz baja.

—Pues, lastima por él —rebatió con una ligera sonrisa, intentando animarme—. Esta noche es tuya y de Alexandra.

Suspiré con pesadez y negué.

—No estás entendiendo, Ariana. Esta noche saldré con Thiago.

Su mirada conectó con la mía y parpadeó aturdida por un par de segundos.

—¿Qué?

Una lagrima traicionera resbaló por mi mejilla e hice pucheros antes de volver a tirarme sobre la cama, esta vez, hundiendo el rostro contra la almohada.

—Lex está molesta conmigo, pero Thiago es mi amigo —pensé en voz alta y completamente confundida.

—Sí, pero también es el chico que se enamoró de ti y con el cual jugaste con sus sentimientos —hizo hincapié a ese "pequeño" detalle mientras tomaba asiento a mi lado.

Levanté el rostro de la almohada y la miré con los ojos entrecerrados.

—Nunca jugué, lo quiero...-

—Pero no de la manera en la que él espera que lo hagas —interrumpió con toda la razón.

Aparté la mirada y ladeé la cabeza.

—No sé que estoy haciendo. Creo estar haciendo lo correcto, pero cuando menos me doy cuenta termino lastimando a las personas que quiero proteger —murmuré gesticulando con las manos.