V E I N T I T R E S/ 01

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CAPÍTULO 23 parte 1: Acciones que hieren.

K A R A

—¡Oh vamos! —se quejó Max levantándose de su asiento en las gradas y luciendo molesto—. Eso fue una falta clara.

Melissa lo tomó del brazo luciendo ligeramente apenada y jaló de él haciendo que volviera a sentarse pues algunas de las personas a nuestro alrededor nos miraron con el ceño fruncido.

Reí entre dientes y negué divertida.

No entendía mucho de deporte, pero hasta yo sabía que aquella había sido una entrada ilegal. De igual modo, aquello ya no importaba, quedaban pocos segundos en el reloj para que el partido de soccer terminara y el equipo varonil de la preparatoria Carver saliera victorioso.

—¿Quieres tranquilizarte, Maximino? Ganamos —alegué divertida.

Él soltó un gruñido al mismo tiempo que me señalaba amenazándome con su dedo índice.

—No me digas Maximino —advirtió.

Lo miré incrédula.

—Así te llamas, ¿no?

Él rodó los ojos antes de tomar la mano de Melissa y bajar a toda prisa las gradas, dejándonos al resto detrás.

Creo que, de todos los presentes en el partido, Max fue el que más se indignó por la falta no sancionada contra nuestro equipo. Falta que claramente dejaba ver la desesperación del equipo rival por querer ganar y así brindarle puntos a su escuela en la tabla de posiciones, misma en la cual la preparatoria Carver se encontraba en segundo lugar.

Miré la hora en mi teléfono y me sobresalté al percatarme de que prácticamente faltaba nada para la competencia de atletismo.

—¡Corre, Dan! —grité asustándolo.

Lo tomé del brazo y lo arrastré conmigo en dirección al otro lado de la escuela, donde se encontraba la pista de atletismo.

Mientras corríamos miré sobre mi hombro, asegurándome de que Thiago no nos siguiera. Últimamente había estado demasiado pesado conmigo, acosándome e intentando no despegarse de mí fuera al lugar que fuera.

—Creo que nunca te había visto tan emocionada por los deportes como ahora —mencionó Dan una vez nos encontrábamos en nuestro destino y mientras se acomodaba su sudadera, pues con la carrera esta se había ido deslizando por sus brazos.

Mordí mi mejilla interna intentando ocultar mi sonrisa, una sonrisa que sin duda me delataría.

Nunca, desde que me hice alumna de la preparatoria Carver, me había interesado en los deportes o los juegos de la Copa Inter, competencia la cual me tenía sin cuidado.

Pero este año todo estaba cambiando, este año los juegos de la Copa Inter tenían otro significado, uno muy especial debido a que Alexandra era fanática de aquella competencia. A ella sí que le emocionaban de sobremanera las competencias, en especial las enfocadas en el atletismo.

Este año ella competiría para asegurar que la preparatoria Carver fuera la ganadora de entre todas las demás escuelas, y yo estaría ahí con ella. Le había prometido no perderme ninguna de sus competencias y no tenía pensado romper esa promesa.

No quería asistir sola a los juegos, así que me había costado mucho dinero en papas fritas y helados convencer a mis amigos de acompañarme a verlos. Todos se mostraron verdaderamente sorprendidos por mi petición, ya que no era ningún secreto que no era gran fan de los juegos por la Copa Inter, aun así, habían aceptado acompañarme.

The IMPERFECTS  [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora