XI

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¿Se han puesto a imaginar futuros alternos?

El lo hacía, imaginaba una vida donde pudiera presumir a sus amigos la belleza de su mariposa, una vida donde sintiera nervios al conocer a los padres de ella, una vida donde su hermana aprobará su relación. De qué servía imaginar si no puedes cambiar la realidad.

- Tomioka-san, ¿Te.... Sucede algo? -

Una cosa si tenía seguro y es que ella era su presente y quería que fuera su futuro.

- Nada en especial, solo creo que la luna está preciosa -

- Nee nee, Tomioka-san yo también te quiero, sabes la luna es más hermosa en este invierno -

La joven pareja salían a caminar a su lugar favorito, dónde Giyu quería mostrar a Shinobu como el estanque de agua se congelaba en el invierno con una pequeña capa de hielo.

- Vaya, el agua si que... Se congelo -

- Vez te lo dije -

- El hielo.... Parece grueso, ¿Crees que podría caminar encima? -

- No no no, de ningún modo, el hielo se podría romper -

- Bueno quizás pueda poner un poco de peso - decía mientras recargaba un pie en el hielo.

- No lo hagas Kocho, te puedes caer -

- Solo quiero romper el hielo para ver qué tan grueso es -

Aún siendo muy ligera, logro romper la capa de hielo perdiendo el equilibrio, Giyu la atrapó en sus brazos evitando caer al estanque.

- Te dije que estaría bien, solo fue un descuido.... ¿Ah? -

Aunque Giyu logro atraparla, no se percató que una de sus manos estaba agarrando su seno, provocando en ella vergüenza, pero más que nada molesta por el atrevimiento del azabache, empujando a este y dándole una bofetada por la acción.

- Lo siento, no fue a propósito -

- Giyu, no toques mi cuerpo sin permiso - le señalo

- he - tropezando

- ¡Giyuu-Kun! -

Sin percatar sus acciones, provoco que el azabache cayera al estanque de agua congelada, quedando completamente empapado.

- Giyu, perdóname no quise tirarte -

- No te preocupes, es mi culpa por..... ¡Aaaachis! - estornudo.

- Giyu, vamos a tu casa ahora mismo -

Debido a que la casa del azabache era la más cercana al lugar acudieron a ella para poder calentarlo. La pequeña lo cubrió con su haori para que pudiera mantener un poco más el calor, ella tomaba de su mano que parecía un cubo de hielo, mientras el disfrutaba de la calidez de su agarre.

- Tomioka-san, por favor quítate esa ropa, yo prepararé un poco de agua caliente para que te puedas bañar -

El amaba ver como se preocupan por el, era un sentimiento que le provocaba nostalgia, el ser amado y valorado por la persona que uno ama.

Mientras el tomaba un pequeño baño, ella buscaba el la habitación del azabache ropa limpia que lo protegiera del frío, encontrando en su armario un Kimono Azul, nunca lo había visto sin su ropa de cazador y no quería perder detalle como lucirá, dejándole en la entrada del baño el kimono y una toalla, mientras ella lo espera en su habitación.

- Oh, Tomioka-san que elegante te vez - dijo ella tomando su mano.

Esa noches sus ojos color lila y su piel pálida brillaban con la luz de la luna, el acariciaba su cabello, tocando sus hermosas puntas moradas, acercándose ella a él y jalando su Kimono hacía abajo para alcanzar su rostro.

Perdóname [GiyuShino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora