Perdóname [GiyuShino]

VII

Ella era una hipócrita, diciéndole palabras lindas todo el tiempo, "hay gente que se preocupan por ti" "no le quites valor a tu vida" "por ellos es que peleamos", todas esas palabras que salian de su boca eran sin valor, como puedes consolar a alguien si ni tu mismo sigues tus consejos.

Por todo un año, ella estuvo inyectandose veneno de glicinias en su cuerpo, solo para tomar venganza de aquel demonio glotón que le quitó a su querida hermana, no tenía tiempo para absurdas emociones, todo lo demás era innecesario, pero, nunca imagino que aquel ser tan frío haría que su amargo corazón volviera a palpitar de alegría.

"Ten una vida larga como cualquier otra chica ,eso para mí es suficiente"

Siempre que estaba a su lado podía recordar las palabras de su hermana, el la hacía felíz, sentada en su estudio divaga en pensamientos, como sería su vida siendo una chica normal, talvez casada, con hijos, viviría gozosa la flor de su juventud a lado de el. Solo se engañaba a si misma, tratándose de decirse que todo lo que sentía era falso.

Por otro lado el azabache, está nervioso, hoy seria el gran día donde el le confesaría sus sentimientos a ella, tomo el consejo de Mitsuri, salió a comprar algo para ella, pero no sabía que podría regalarle, era un día lluvioso, así que muchos puestos estaban cerrados.

- Señor Tomioka, que bueno que lo veo - decía la pequeña Kanao.

- Kanao, hola que haces aquí, viene contigo Kocho? - preguntaba mirando a todos lados.

- Señor Tomioka, esque yo, quería saber si me podría ayudar a saber que le puedo regalar a Tanjiro, veo que usted es cercano a el - dijo inclinado la cabeza.

- Bueno, a Tanjiro le puedes regalar cualquier cosa, pero que tal si le compras una pluma nueva, a él le encanta escribir cartas, siempre me manda a mi aunque casi nunca puedo responder - mencionó el.

- Tiene razón señor Tomioka, el siempre me escribe cuando estoy lejos ,y y bueno, a veces pone cosas como que, me extraña - trataba de ocultar su cara de vergüenza.

- Kanao-san, espera, tu también ayúdame, quiero comprar un regalo también a alguien -

- Señor Tomioka, ¿es para mí Nee-san Shinobu?, Señor Tomioka, ¿Usted quiere a mi hermana? -

No sabía que responder, pero decidió ser firme con su objetivo.

- Si, y si - respondió.

- Ella también lo quiere señor Tomioka, cuando está con usted puedo ver como esa aura de enojo desaparece -.

Giyu estaba contento de escuchar eso, le levantó el ánimo, la pequeña Kanao lo llevo a una tienda donde anterior mente las tres hermanas compraban sus adornos. Entre tanta bisutería Giyu decidió comprar un pequeño collar con dos mariposas colgando.

- Es muy hermoso, seguro le gustará - decía Kanao.

En todo el camino a la finca mariposa Giyu se repetía en su mente como se le declararía a Kocho. Repetía lo mismo pero no, no están tranquilo, "Shinobu yo te quiero", no, muy directo, "no necesitas esto para ser hermosa, pero esque yo te quiero, por favor quiero ser el motivo de tu sonrisa", No muy cursi.

En la finca mariposa se encontraba la tan animada Kanroji, quien fue a visitar a su compañera, la tan animada quería saber y ver el espectáculo del día de hoy.

- Shinobu-san, que linda te vez hoy, será acaso un día especial -

- Ah, porque lo dices Kanroji-san - decía confundida.

- No lo sé, talvez esperas que la marea suba hoy también a tí -

- La verdad, no entiendo nada de lo que dices Kanroji-san, acaso ya alucinas con tantas novelas que lees -

- ¡Bueno, quieres que Giyu hoy también venga a verte y como o salga contigo! - gritó.

La azabache sorprendida por la declaración de su amiga no pudo hacer otra cosa más que escupir el té que estaba bebiendo.

- Perdón que me meta - dijo Aoi - pero maestra, usted y el señor Tomioka son novios? -.

- Claro que no, solo somos compañeros - excusó.

- Buenos siempre los veo juntos, pensé que tenían una relación - dijo Aoi.

- Bueno suficiente, ustedes están locas.... Yo solamente cuido de el - respondía segura de si misma - ya saben Tomioka-san es muy despistado -.

- Osea cuidas a Tomioka, porque te gusta - respondió Kanroji.

- ¡Que no me gusta! - grito - no es mi tipo - negaba

- Ya vienes con eso otra vez - dijo Kanroji.

- Que no me gusta para nada, solo es un idiota inmaduro y raro, como creen que me va a gustar una persona fría y solitaria como el -.

Se engañaba a si misma, las demás se daban cuenta de ello, pero las palabras son las heridas más fuertes que pueden haber.

- Bueno, si ya dejamos está conversación, debo ir a mi estudio a continuar con mi investigación -.

Tras abrir la puerta corrediza, su corazón se había detenido por la escena, la cara de Kanao y de ella al ver a un Giyu con el corazón roto, su semblante agachado pero su mirada fría, solo se limito a dar media vuelta e irse, no le quedaba más porque estar allí.

- Giyu, espera por favor, no quis-, no, perdóname - suplico.

- No........, es mi culpa sabes, tienes razón, como pensé que una persona como yo, lo podrían querer -.

Salio corriendo de ese lugar ella trato de seguirlo pero no puedo, callo de rodillas por la impotencia, lastimó el corazón de la persona que amaba, alzando la mirada bajo esa lluvia donde puedo ver una pequeña caja, abriéndola se encontraba el regalo del azabache.

Sus lágrimas se mezclaban con la lluvia, deseaba que nada de esto hubiera pasado, el confiaba en ella que incluso le abrió su corazón y ella solo lo aplastó.

"Giyu, por favor, perdóname"