Capítulo 7

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Capítulo 7

Rubí

—Sí puedes. —Arthur se levanta de su asiento y se acerca más a mí, yo me levanto pero él no deja de aproximarse, cada vez retrocedo cada vez más—. Me amas Cristal, y tienes miedo —me acaricia suavemente la piel con sus manos y me estremezco ante su tacto—. Tienes miedo a que te vuelva a fallar, pero te prometo que no será así.

Las lágrimas quieren asomarse, pero las escondo muy dentro de mí. Inconscientemente, acarició la pulsera que me acompaña desde que soy Rubí y me da suficiente fuerza para empujar al adonis que tengo enfrente.

«¿Dije Adonis? Quise decir, ser repugnante.»

Su rostro muestra sorpresa, no se esperaba que lo empujara.

—¿Quieres que te odie toda mi vida? Todo este tiempo estuve esperándote, Arthur. Creí que me sacarías de ahí, que me salvarías... Me siento tan estúpida. —Lo miro atentamente a los ojos—. Dices que lo hiciste para protegerme, pero, ¿tienes idea de que casi muero ahí? ¿Tienes idea de lo que sufrí por tu culpa? No tienes excusas, Arthur Collins.

—¿Qué debo hacer para que me perdones? —Su rostro se mantiene serio, la pena en sus ojos me hace querer creerle, pero el dolor en mi interior...

«No volveré a caer.»

—¡La verdad! —espetó con furia—. ¡Quiero la puta verdad, Arthur!

—¡¿La verdad?! ¡La puta verdad es que te amo, Cristal! Soy consciente de todo lo que pasaste y me duele como la mierda haberte hecho esto, me duele muchísimo. No te dejé de pensar cada bendito día, cada vez que... ¡No sales de mi cabeza! No puedo vivir sin ti, y ahora que estás aquí...

No logra terminar porque se abalanza sobre mí y me empuja contra la pared. Antes de que me dé cuenta, me sujeta las dos muñecas con una mano, me las levanta por encima de la cabeza y me inmoviliza contra la pared con las caderas. Con la otra mano me agarra del pelo, tira hacia abajo para levantarme la cara y pega sus labios a los míos.

Levanta la mano y me agarra la mandíbula para que no mueva la cara. Estoy indefensa, con las manos unidas por encima de la cabeza, la cara sujeta y sus caderas inmovilizándome. Siento su erección contra mi vientre. Mis caderas se contornean ante la deliciosa sensación que abarca todo mi cuerpo.

La sangre me bombea por todo el cuerpo. La ira que tenía es reemplazada por unas ganas de querer besarlo... ¿Deseo?

Me desea, y yo lo deseo a él.

Gimo, y siento como va introduciendo su lengua entre entre mis labios hasta entrar en mi boca. Gruñe, y me abraza, paseando sus manos por todo mi cuerpo causando que todos mis músculos se tensen con infinito placer. El dolor es tan...

Me aprieta contra su cuerpo y siento que tiene las mismas reacciones que yo con él. Me hunde las manos en el pelo y le devuelvo el beso con la misma pasión, un beso que es fuerte y posesivo.

Su lengua y la mía se enredan, se buscan la una a la otra. Nos separamos por falta de aire, sus ojos me miran ardientes, me hipnotizan. Sostiene mis muñecas sobre mi cabeza. Noto que mis caderas se contornean ante él y quiere más de lo que está recibiendo.

Se inclina y me besa. Sus labios exigentes, firmes y lentos se acoplan a los míos. Empieza a desabrocharme la blusa haciendo un camino de besos húmedos desde la comisura de mis labios hasta mis hombros desnudos. Me la quita muy despacio y la deja caer al suelo. Se aparta un poco y se detiene a detallarme, no quiero pensar en cómo me veo. Solo recuerdo que llevo el sujetador Rojo Rubí de encaje.

Mete las dos manos entre mis cabellos y me sujeta la cabeza empujándome contra la pared. Su beso es exigente, su lengua y sus labios, persuasivos. Gimo y mi lengua insegura se encuentra con la suya. Me rodea con sus brazos, me acerca su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Una mano sigue en mi pelo, y la otra me recorre del cuello hasta la cintura y sigue avanzando, sigue la curva de mi trasero y me empuja suavemente contra sus caderas. Siento su erección, apretándose contra mi cuerpo.

Sed de venganza [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora