SeokJin se puso de lado para mirar la cara de Jungkook mientras dormía.
Pasar de la desesperación más profunda a no caber en sí de gozo resultaba un cambio vertiginoso para haberlo hecho en sólo unas horas.
Después de soportar un día entero de miedo, desde que el farol había sido encendido, había llegado a la noche con la única esperanza de recibir una muerte rápida y compasiva.Sin embargo, parecía como si los cielos se hubieran abierto y la buena suerte que nunca había conocido brillara sobre él. Ser rodeado por los fuertes brazos de Jeon , besado hasta que todo le había dado vueltas y sentido aquel poderoso cuerpo musculoso apretándole contra la cama, eran cosas que sólo había conocido en sueños, que eran una pálida imitación de lo que había resultado ser la realidad.
Una de las ventajas de tener pestañas largas era que, protegido por ellas, podía echar ojeadas a escondidas con la mirada baja. Se había sentido fascinado por Jeon desde el primer momento que le había visto.
El General Jeon Jungkook, con muslos fuertes y anchas espaldas, era el hombre más corpulento que Jin había visto jamás. Tenía el rostro de un conquistador y unos ojos que escondían muchos secretos.
La descuidada seguridad en sí mismo pregonaba que era el vencedor de muchas batallas, no sólo en la guerra. Jin sintió renacer la esperanza de que su hermano aún pudiera ser vencido.Por supuesto, SeokJin no estaría vivo para ser testigo de su derrota, pero le consolaba pensar en ella después del caos que MinSeok había sembrado en su familia y provincia. Por lo menos, su muerte no sería en vano si movía a Jeon a vengarse por el engaño que había sufrido.
Sin embargo, SeokJin suspiró alegremente y pasó la mano por el musculoso hombro y el brazo de Jeon , que permanecía inmóvil a su lado. Suavemente apretó el duro bíceps, era impensable que aquel hombre pudiera también desearle, pero no había dudas de la pasión que había prendido entre ellos.
Quizás Jungkook estaría intrigado durante un tiempo y luego posiblemente se acostumbraría a él con el tipo de vago cariño que se siente por las mascotas y posesiones. Por supuesto, cuando pasara la novedad acabaría volviendo a sus verdaderas esposas, pero a lo mejor le dejaba vivir como un acto de bondad.
—Y recordaré esto el resto de mi vida — susurró.
—Mejor espera hasta que te dé algo más de lo que acordarte— gruñó Jeon a la vez que giró a Jin sobre la espalda y le sujetó las muñecas contra la cama.
SeokJin abrió los muslos disfrutando de la sensación de las fuertes piernas de Jeon entre las suyas y la dura virilidad clavándose en su vientre.
La cabeza le empezó a dar vueltas cuando Jungkook le besó otra vez dejándole sin aliento. Sin poder contenerse, arqueó la espalda intentando asegurarse de que todo su cuerpo, que había permanecido desnudo, estuviera contra el de Jungkook.
No había disfrutado siendo un prisionero de su hermano, era mejor ser parte del harén. Aunque le habían tratado amablemente en su mayor parte, hasta aquel momento en lo que lo único que había deseado era escapar de allí y llevarse a Hoseok con él.
Pero aquella experiencia era diferente de todo lo que había imaginado.
Lo que más le gustaba era el cuerpo de Jungkook atrapándolo, manteniéndole prisionero para someterle a su placer.
Le gustaba sentirse indefenso en sus manos.
Disfrutaba de las manos de Jeon sujetándole, explorándolo, tocándole a voluntad sin preguntar si le gustaba. Sabía que le había esclavizado con aquel nuevo placer y no podía negarle nada. Incluso cuando le mordisqueó un pezón un poco bruscamente, consideró el dolor como un regalo de su Señor, para ser sufrido y disfrutado si con ello le daba placer. Evidentemente, lo hacía, porque Jungkook alternaba chupar la endurecida protuberancia con darle
bocaditos punzantes
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La Concubina del General
FanfictionDescripcion en la Intoducción #1 Kookjin el 27/01/2023 #2 KookJin el 7/02/2023 #3 KookJin el 17/02/2023