—Parezco un muchacho — declaró SeokJin con desaprobación.
—Bien. De esta manera no atraerás atención inapropiada —contestó Hoseok — Las batallas están llenas de ellos.
—Me gusta — bromeó Jeon que estaba sentado observando el resultado —Estás muy atractivo.
Resultaba impresionante lo bien que estaba SeokJin con su armadura de cuero y los pantalones oscuros. Llevaba su espada colgada del cinto y las manos protegidas con guanteletes. El pelo caía sobre la espalda recogido en una única y larga trenza. El casco de bronce descansaba sobre la mesa.
—Me siento raro — se quejó SeokJin.
Hoseok había insistido en que también llevara ropa interior de hombre y echaba mucho de menos su corselete de seda.
—Vestido de esta manera no destacarás entre los soldados — dijo Jungkook con firmeza — Y eso te beneficia. ¿Pones en duda que MinSeok vuelque todas sus energías en destruirte si acude y te ve vestido de mujer en el campo de batalla?
—Tienes razón. Me pondré un vestido bonito cuando ganemos esta batalla.
—Y yo... — Jeon se detuvo y miró a Hoseok.
—Se lo arrancaréis, lo sé.
—¡Hobi! ¿Cuándo aprenderás a morderte la lengua?
—¡Nunca! — rió Hoseok — Eso es lo que más valoráis en mí. Os dejaré sola durante un cuarto de hora, pero después tenemos que irnos.
Escapó de la habitación y cerró la puerta al salir. Jin se volvió hacia Jungkook con ojos tristes.
—¿Por qué tienen que luchar los hombres? ¿Por qué no pueden aceptar la belleza de nuestra tierra y vivir sencillamente en paz?
Jeon Jungkook se puso de pie, se acercó a él y le rodeó con sus brazos en un casto abrazo.
—Los hombres no están hechos de esa manera. Están hechos para luchar y competir.
—¿Pero a muerte?
—Dime, mi amor, si tu hermano está allí, ¿dejarás que cometa todos los males que desee?
—¡Lucharé a muerte contra él antes de dejar que dé rienda suelta a su crueldad y maldad! — dijo SeokJin entre dientes.
—Como hacen todos los hombres, buenos o malos, cuando son empujados al límite. — Jungkook le abrazó con más fuerza y luego le soltó y se separó de él — Tienes un alma bondadosa. Quizás sería mejor que te prohibiera acompañarme.
—Eso quisierais, mi Señor. — Jin se enderezó y sonrió valerosamente — A la guerra, mi Señor, y a la victoria.
Para Kim SeokJin era una cuestión de honor ir a caballo todo el camino en lugar de viajar en uno de los carros de aprovisionamiento.
A veces parecía que con todas sus preocupaciones por su supuesta fragilidad Jeon olvidara quién era en realidad y que podía montar como los otros hombres.
Se alegró de ver que tenía la misma yegua que había llevado cuando visitaron el palacio de verano. El animal también pareció recordarle y le acarició los dedos con el hocico.
Después de la novedad de la armadura nueva y la ropa de hombre, SeokJin se había acostumbrado rápidamente.Como todo general, Jeon Jungkook estaba muy ocupado dirigiendo las operaciones, recibiendo informes de los exploradores y estudiando su estrategia. Eso hacía que no estuviera siempre al lado de SeokJin , aunque intentaban dormir cerca, en el suelo, cuando la columna se detenía para pasar la noche.
A diferencia de otros Generales cuya condescendencia requería de tiendas grandiosas y muchos sirvientes, Jungkook vivía como sus tropas. Consideraba que la velocidad era la esencia de la victoria. No tenía ganas de acabar sobrecargado por el boato de su rango.
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La Concubina del General
FanfictionDescripcion en la Intoducción #1 Kookjin el 27/01/2023 #2 KookJin el 7/02/2023 #3 KookJin el 17/02/2023