Capitulo 11

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El capitán Min estaba observado que tanto el eunuco, Hoseok , como su señora, la princesa SeokJin , parecían ser muy aficionados a mantenerse en forma.

Los dos hacían ejercicios por la mañana temprano en el patio de detrás de la séptima casa y con frecuencia caminaban juntos alrededor de la plaza interior, a veces hasta una hora completa. Estaban casi siempre juntos, aunque Yoongi se había dado cuenta de que a veces Hoseok corría solo detrás de las casas. Naturalmente, Min nunca habría cometido el atrevimiento de acercarse a una concubina del General, así que tuvo que esperar a que Jung estuviera solo, sobre todo porque era con él en particular con el que quería hablar.

Así fue como cuando Hoseok empezó a trotar detrás de las casas una fresca mañana, Yoongi pudo sorprenderle apareciendo por la esquina de la última casa.

- Saludos, eunuco Hoseok . Soy el capitán Min Yoongi, de la guardia del harén.

Hobi estaba jadeando por el esfuerzo, pero ocultó su sorpresa.

- Saludos, capitán Min Yoongi. ¿Qué queréis de un simple eunuco, de un sirviente como yo?

Min encontraba divertido que Hoseok pareciera un poco a la defensiva y que inconscientemente apoyara la mano sobre la empuñadura de una espada imaginaria.

- Tenía curiosidad por saber si vuestra señora tiene debilidad por el pollo.

El rostro de Hoseok pareció más precavido, incluso hostil.

-¿Y si así fuera?

- Sólo me estaba preguntando por qué no le pedisteis a la sirvienta de la cocina que fuera al gallinero.

Hosbi no supo qué decir.

- Soy nuevo aquí y... -Su voz se apagó.

- No debéis temer ninguna indiscreción. No escribo todas mis observaciones en mis informes.

- Entonces, ¿por qué me desafiáis en plena calle? - Hoseok miró a su alrededor como dándose cuenta entonces de que no estaban exactamente en la calle.

- Me he fijado en vuestra costumbre de hacer ejercicio. Es algo que admiro. -
Bien se inclinó.

-Como eunuco... - empezó a decir Hoseok

-Lo sé - Le interrumpió Yoongi con una sonrisa comprensiva - Me temo que os estoy interrumpiendo, pero no corréis peligro de incrementar vuestras formas si empleáis un cuarto de hora hablando conmigo.

-¿Qué queréis de mí? - dijo Hoseok bruscamente.

-No quiero nada. Ni siquiera el precio del pollo que, ejem!, "tomasteis prestado" - Yoongi parecía un poco cohibido

- He venido a decirte que yo,¡ ejem!, tengo debilidad por el tercer sexo -
declaró como si se diera cuenta entonces de lo torpe que resultaba aquel paso.

La rabia de Hoseok desapareció y le miró perplejo.

-Un eunuco no está versado en las prácticas sexuales normales.

-Si me disculpáis por ser tan groseramente directo, depende de cómo sea una persona. He pasado muchas tardes placenteras en la cama con un eunuco.

-Placentera para vos, sin duda- dijo Hoseok malhumorado.

-No sería placentera si no lo fuera también para mi pareja. He estado pensando en si alguna vez habéis considerado... - Miró de manera inquisitiva a Hobi -. Por supuesto, primero tendríamos que conocernos un poco. Quizás podría enseñaros alguno de nuestros métodos más habituales para adquirir pollos.

-¡Ya veo! ¡Chantaje!- exclamó Hoseok montando en cólera.

-Calmaos. Sólo estaba bromeando. No voy a dejar que lo olvidéis tan fácilmente, no importa cuál fuera la razón de aquella cita clandestina con el pollo. Si queréis tomar el té conmigo, mi turno se acaba a las cuatro de la tarde.

La Concubina del GeneralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora