La hija de Alaric Saltzman ~ Damon Salvatore [ Pausada ]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜: ℂ𝕒𝕞𝕓𝕚𝕠 𝕕𝕖 𝕒𝕚𝕣𝕖𝕤

Narra Damon:

- Anda ven. Levántate de ahí.- Dije extendiendo mi mano para ayudarla a levantarse.

- ¿Y ahora que? Supongo que me delatarás a Alaric. Ya verás la bronca. Aunque nunca quise asustarle, solo quería tiempo para despejar mi mente. - Dijo ella sincera mirando al suelo aún con su mano agarrada a la mía.

- No te voy a delatar a nadie, no es mi estilo. Entra en el coche. -Dije abriendo la puerta de copiloto de mi coche.

- ¿A donde vamos? - Preguntó ella curiosa.

- Ha despejar nuestra mente. - Le respondí hoy subiendo al coche y arrancando éste.

Mi teléfono empieza a sonar yo lo agarro y pongo el altavoz.

- Damon al habla.

- Soy Alaric, estoy en la oficina de la sheriff, acaban de poner a Melissa en búsqueda.

- Pues darme la recompensa. No hace falta que la busquéis más, está conmigo. -Dije conduciendo.

- ¿Y cuando pensabas decírmelo Damon? - Preguntó Alaric muy enfadado.

- Me la llevo a Nueva York a que se relaje, está muy estresada.

- Ni se te ocurra Damon. - Yo quité el altavoz adivinado cuáles serían las próximas palabras de Ric - Está en peligro ¿ Y tú te la llevas? No lo permitiré.

- Ey tío, encima de que la saco de casa para que puedas investigar. Le estoy regalando a tu hija unas vacaciones, deberías agradecérmelo.

- Está bien, pero no dejes que nada malo le ocurra. Y pasamela quiero hablar con ella.

- Oído. - Dije y le dí el teléfono a Melissa.

- Hola... Siento haberme escapado de esa forma, no volverá a suceder. Aceptaré el castigo que me impongas. Lo prometo. - Dijo Melissa con voz de niña buena.

- Cariño, solo iba a decirte que lleves cuidado. No voy a castigarte. Pero llamame cuando llegues. - Dijo Alaric.

- De acuerdo. - Colgó Melissa.

- Vaya, parece que te has librado del castigo. Esa voz de buena te ha funcionado. Cuanto más intentas aparentar ser mala más adorable eres. Intentas ser una rebelde sin causa... Y te pega, pero no estás hecha para los confines del mal. - Dije seguro y mirándola.

- Realmente me arrepiento. No quiera asustarle.

Narra Melissa:

A mitad del trayecto me dormí. Hasta que una música rock a todo volumen me despertó del susto.

- Bienvenida a la ciudad que nunca duerme. -Dijo Damon riendo.

- Joder que susto. ¿No podías ser más discreto me has asustado?

- Y tú has asustado a Ric, estamos en paz.

- Tú si que sabes como despertar a una chica. - Dije irónica y el puso los ojos en blanco.

Cuando llegamos a la habitación llamé a Alaric, tal y como le prometí.

Damon me llevó a un bar donde había música en directo y todo era muy punk. Eso era muy de mi estilo.

Ambos cantamos las canciones y bailamos. En un momento de la noche yo necesitaba ir al servicio, éste se encontraba en el piso superior.

Sentí como alguién, una chica se abalanzó sobre mí. Pero Damon la estrelló contra una pared.

En ese momento un chico se abalanzó hacia mí muy rápido, no puede verle bien la cara. Pero juraría que sus ojos eran rojos como los de un demonio.

Alaric apareció de la nada y le disparó una flecha en su espalda. Y Damon introdujo su mano en el demonio.

No puede ver más, ya que la primera chica que se abalanzó sobre mí me lanzó a través de la ventana del piso de arriba del bar.

Es la primera vez que puede reaccionar y grité, llevando mis manos a la cabeza. Pero derrepente caí sobre algo blando. Damon estaba ahí para agarrarme a tiempo.

¿Pero cómo? ¿Cómo puso ser tan rápido?

Narra Damon:

Yo estaba abajo con Melissa sobre mis brazos, tenía algunos cristales clavados en brazos y piernas.

Yo intentaba tranquilizarla, decirle que no se asuatara, que todo estába bien.

Alaric bajo y juntos llevamos a Melissa a un hotel. La curamos y Alaric me apartó para pedirme que le borrara la memoria.

No sabíamos que es lo que había visto y lo que no. Así que decidimos no jugarnosla.

Alaric le quitó su colgante con verbena y yo la obligue a olvidar:

- Melissa, mírame fijamente a los ojos.
No vas a recordar nada de la pelea. Juntos fuimos a Nueva York. Estuvimos en el bar, lo pasamos bien. Te cansaste y nos vinimos al hotel a descansar. Solo eso pasó.

Pasaron dos meses y en Mystic Falls Alaric y yo intentamos averiguar el porque vampiros de todo el mundo intentaban secuestrar a Melissa.

Ella no sabía nada y cada vez estaba más desprotegida, cada vez que creíamos que había visto algo le borraba la memoria. No podíamos seguir así.

La acabaríamos volviendola loca. Al final le dijimos la verdad para protegerla. Le contamos que los vampiros, aparte de otras criaturas existían.

También le dijimos que yo y mi hermano éramos vampiros, y que Alaric era un caza vampiros. Y yo le dije lo más difícil, que muchos vampiros van a por ella y no sabíamos el motivo.

- ¿Cómo puede ser posible? ¿ Me estáis tomando el pelo?- Dijo ella sin creerse nada.

- ¿Te lo demuestro?- Dije yo a punto de enseñarle mi cara de vampiro. Pero Alaric me paró.

Pero no había forma de que ella nos creyese, así que al final acabé enseñandole mi cara vampírica de ojos rojos, venas debajo de ellos y colmillos afilados.

Ella no lo aceptó, no paraba de negar con la cabeza. Quedó el shock, lo que más teníamos Rick y yo.