ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟛: 𝔼𝕟 𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕠

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Narra Melissa:

Después de lo ocurrido me fui a mí casa.

Mi padre estaba bien, yo estaba bien... Pero el único que parecía no estar bien era Damon. Me sentí muy mal por lo que le dije. A lo mejor me pasé con él... Ya que no tiene la culpa de lo que me ocurrió, ni de que odie a los vampiros.

Me acosté con mal cuerpo, por lo que pasó hoy. No podía dejar de pensar en ello.

Pasaron dos horas, y yo todavía no podía dormir. Así que me levanté a por un vaso de agua. Volví a la habitación y cerré la puerta detrás de mi. Cuando me giré, Damon estába sentado en mi cama.

Yo me asuste y él me tapó la boca con su mano para que no gritara. Pensaba que ese iba a ser mi final. Pero entonces me dijo algo que me pilló de imprevisto:

-Pues enseñame a vivirla.

- ¿A qué te refieres? - Dije en voz baja cuando Damon dejó de tapar mi boca.

- Me dijiste que cuando me miras ves a alguien que no sabe disfrutar de la vida. Quiero que me enseñes a vivir. Aunque técnicamente esté muerto. - Dijo mirándome a los ojos.

Yo no sabía que decir. Balbuceé. Pero no salía nada coherente de mi boca. En ese mismo momento, cuando le miré a los ojos, lo ví. Supe que no me haría daño. Había una parte de él que era incapaz de dañarme.

- Sé que no has tenido la mejor vida, pero la vives intensamente. Con los sentimientos a flor de piel. Disfrutas de los pequeños momentos. - Dijo mientras me acariciaba la cara.

- Damon, me... Gustas. Y me siento halagada. Pero es imposible. No tiene sentido. Puede que para dentro de unos años sí. Pero yo me haré mayor y no podrás convertirme. Y moriré. Y tú no.

- Intentemos lo. Disfrutemos de lo que dure y después lo que venga.

- Mi padre te mataría, y después a mí por salir contigo.

- No tiene porqué enterarse aún. Puedo hacerle ver que soy bueno para tí, y después se lo contamos todo. Lo importante es que ambos sentimos lo mismo, por que tu también me gustas. Desde que te conocí has sido el centro de mi atención.

Damon hizo una pausa y continuó:

- Al principio parecías frágil como una flor, tan inocente, no sabías nada de lo que te rodeaba. Pero luego me hicistes comprender te y ahora me pareces una de las personas más valientes que conozco, porque no le temes a la muerte. Incluso en ocasiones parece que la buscas. Y eso es una cualidad que muy pocos tienen.- La voz de Damon cambiaba de dulce a atrevida.

Él se empezó a acercar a mí, y nuestros ojos se miraban fijamente

- Lo que más me gusta de tí es que no intentas aparentar. Haces lo que quieres sin importar el "qué dirán" y esa cualidad te hace única. - Dijo acercándose aún más a mí, estábamos a milímetros de besarnos...

Cuando la puerta detrás de mi se abrió y yo di un grito.

- ¿Estás bien? ¿Estabas hablando sola?. - Preguntó mi padre desde la puerta.

- Eh, ¡Sí! Estába recordándome en voz alta que... Mañana tengo que ir a casa de Stefan. Con las prisas me he dejado allí un libro.

- Vale, solo quería saber si estabas bien.

- Sí papa, venga a dormir. - Dije intentando cerrarle la puerta.

- ¿Papá? - Preguntó Alaric. - Algo está pasando aquí.

- Vale... Yo solo hablaba por teléfono con Jackson. - Dije nerviosa y Alaric me puso cara de pillo. - ¡No estámos saliendo! - Dije lanzándole un cojín. - Buenas noches.

- Buenas noches. Y no tardes en acostarte. - Dijo al fin saliendo de la habitación y cerrando la puerta con él.

Uff, por los pelos, pensé. Y cuando me giré Damon otra vez enfrente de mi.

- Esta vez no me vas a asustar. - Le dije fijamente. Y él sacó sus dientes y puso su cara vampírica. Pero no demasiado desafiante, a lo que yo le contesté en forma de beso.

Me acerqué los pocos centímetros que quedaban hacia él y le besé en los labios. Supe que eso no se lo esperaría. Y él me contestó con otro beso. Pero esta vez más pasional.

Después de aquello me acosté en mi cama para dormirme. Estába realmente cansada. Él me besó en la frente y cuando parecía que se iba en un rápido movimiento se metió en mi cama.

- ¡Oye, ni se te ocurra! - Dije en susurro. - Me dijiste que podías trasformarte en cuervo. Me gustan los cuervos. Así que te propongo un trato. Tu te transformas en cuervo y yo te escondo y te dejó dormir conmigo.

Él puso sus ojos en blanco, y al segundo un gran cuervo estába entre mis sábanas. Yo lo acaricié y lo rapé con la manta.

- Pero solo a dormir. - Aclaré.

La hija de Alaric Saltzman ~ Damon Salvatore [ Pausada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora