𝑺𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆𝒓𝒊𝒏 𝑴𝒂𝒍𝒆𝒇𝒊𝒄𝒊𝒔

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑

«Pensé que era simple amor de hermanos, pero estoy enamorada. Como nunca he estado enamorada de alguien», escribió Alena. De pronto sintió la necesidad de salir corriendo y comenzó a caminar nuevamente por los pasillos mientras observaba su celular en la oscuridad.

«¿Te enamoraste de Rodolphus?» preguntó Agnes. Rosaline se preguntaba lo mismo. « Merlín, y yo que creía que mi familia era la loca. No importa Alena, no te juzgo».

«Me enamoré de Barty, estúpidas», escribió Alena de pie en medio del pasillo.

«Esperen, esperen. Voy al cuarto. Alena, no digas nada», escribió Rosaline mientras apresuraba el paso.

«Lo siento, ya volví. Había aventado el celular de la impresión, tengo que leer esto de nuevo», escribió Agnes un minuto después.

«A la habitación, ahora» volvió a escribir Rosaline mientras caminaba apresurada. Al fin se veía la entrada a la Sala Común. Cuando llegó dijo la contraseña en voz alta y cruzó el lugar sin mirar ni escuchar a nadie. Subió a los dormitorios pero no había nadie aún.

30 segundos después Alena entró alejándose de Rosaline hasta el otro lado de la habitación, su amiga se quedó al lado de la puerta. Un minuto después Agnes ingresó a la habitación y empujó a Rosaline con el impulso.

—¿Barty? ¿En serio? Me imagino que Barty hijo, ¿verdad? Por favor di que sí —dijo Rosaline rompiendo el hielo y hablando más fuerte de lo que debería.

—Obvio es Barty hijo, no me gustan tan mayores —respondió Alena, se sentía avergonzada y no sabía por qué. Bajó la mirada al suelo.

—Menos mal, pensé que Dumbledore corría peligro contigo —añadió Agnes mientras se reía. Al notar que ninguna de sus amigas reaccionaba, se aclaró la garganta y tomó una postura seria.

—Está bien, no te juzgamos Lena. Solo dejanos procesar —dijo Rosaline afirmando su mano derecha en su cadera.

—¿De verdad crees que estás enamorada? —preguntó Agnes con cuidado, cerrando la puerta a su espalda para tener más privacidad.

—Eso —añadió Rosaline— ¿Estás enamorada?

—O sea —continuó Agnes— ¿Cómo pasó? ¿Cómo te trata él? Me da vueltas la cabeza.

—Pasé tanto tiempo con él en vacaciones. Incluso me ayudó varias veces con el piano —dijo Alena—. No puedo evitar no verlo con otros ojos, aunque no tengo ni idea si él piensa en mí de esa forma. Hasta el momento solo se comporta como siempre.

—¿Tus hermanos lo saben? —preguntó Agnes.

—No, no lo saben.

—¿Qué piensas hacer al respecto? —preguntó Rosaline intentando sonar comprensiva.

—No lo sé. Tal vez tenga que salir con Theo para olvidar esta locura —respondió Alena mirándose las manos.

—¡No! —gritó Agnes mientras caminaba hacia ella y la tomaba por los hombros—. Escúchame bien Alena Lestrange, no hagas esa locura. Podrían salir lastimados; ambos, Theo es un buen chico.

—Es una idea macabra, pero es una buena idea —añadió Rosaline desde el otro lado de la habitación.

—Rosaline —dijo Agnes con un tono de voz que la juzgaba.

—Me parece ilógico que Barty me llegue a ver diferente. Solo quiero llorar —soltó Alena al fin.

—¿Te has guardado esto para ti todo este tiempo? Lena podrías habernos contado —dijo Rosaline mientras se acercaba a su amiga y tomaba su mano.