𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟎

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Era el día de la segunda prueba, estaban todos muy emocionados por ver a que se enfrentarían los campeones. Rosaline y Alena se despertaron de muy buen humor, caminaban entre las largas mesas, la rubia dirigió su mirada a la mesa de Gryffindor como de costumbre buscando la cabeza pelirroja de Ronald, sin embargo no la encontró, tampoco vio a Hermione o a Potter, pensó que tal vez estaban dándole aliento a su amigo antes de que la prueba iniciara.

Llegaron a la mesa de Slytherin, Blaise, Draco y Theo ya estaban desayunando, Alena se sentó en medio de Rosaline y Blaise, mientras, Draco y Theo quedaban delante de ellas con sus espaldas a la pared.

—¿Haywood, alguna novedad sobre la segunda prueba? —preguntó Blaise cortando un trozo de tarta de nuez.

—Es verdad, ¿Te ha dicho algo Weasley? Seguro debe saber algo —continuó Alena sirviéndose un poco de fruta

—No mucho —respondió Rosaline—. Solo mencionó algo respecto a que el huevo de dragón tiene un mensaje oculto sobre esta prueba, sinceramente no entendí mucho.

—Pues es la comadreja, apenas y sabe hablar —dijo Malfoy con burla. Rosaline torció los ojos— Oigan, ¿Dónde está Agnes?

—Con Diggory, ¿dónde más? —respondió Theo sirviéndose un poco más de jugo de naranja.

—Es verdad, han pasado más tiempo juntos desde el baile —dijo Rosaline con una sonrisa, todo para fastidiar a Draco, el tema no le hacía mucha gracia—. Yo creo que ese par no tarda en anunciar que están saliendo oficialmente.

Malfoy casi se ahoga con su jugo de naranja al escuchar eso, Theo le dio unos cuantos golpes sobre su espalda, esperando que así el platinado dejara de toser. Rosaline sonrió para no no parecer nerviosa, mientras que Blaise y Alena se reían por ver a Malfoy colorado, pues el líquido había salido de su nariz y boca haciendo que gesticulara de una manera graciosa.

—¿Todo bien huron? —preguntó Blaise sin aguantar la risa, Alena se carcajeo más fuerte.

Draco miró mal a su amigo, agarró un par de servilletas para limpiar su cara y su ropa —Esto es tu culpa Haywood —susurró Malfoy aún con la nariz roja e irritada.

—¿Mi culpa? —preguntó la rubia llevando su mano hacia su pecho.

—¡Pues claro! —contestó Draco con un tono irónico—. Merlin, ese maldito jugo hizo que me ardiera la nariz.

Unos minutos después anunciaron que la siguiente prueba estaba por empezar, todos y cada uno de los estudiantes se pusieron en pie para salir del colegio. Theo iba un tanto distante, veía a Alena hablar con el resto de sus amigos, quería acercarse y hablar con ella para intentar arreglar algo que quizás le hubiese molestado después de lo que había ocurrido con Pansy, pero finalmente decidió que no quería hacer nada que pudiese echar a perder su día.

—¡Apuestas! ¡Hagan sus apuestas! —los gemelos Weasley pasaron a su lado golpeando el hombro de Malfoy y gritando, sosteniendo una caja sobre sus manos cada uno.

—Tres chicos y una chica ¡Solo uno ganará! —gritó Fred recibiendo el dinero de un estudiante de quinto año y guardándolo dentro de la caja.

—¿Apostamos? —sugirió Blaise con una sonrisa.

—¿Por qué no? —respondió Rosaline divertida siguiéndolo.

—¿Es en serio? —Malfoy bufó.

—Vamos hurón, ¿No quieres apostar? —preguntó Blaise anotando en un trozo de pergamino y dándole tres galeones a uno de los gemelos.

—¿Y tú Haywood? ¿Por quién vas apostar? —preguntó George de manera coqueta, acomodando su cabello dentro de su gorro de invierno.

𝑺𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆𝒓𝒊𝒏 𝑴𝒂𝒍𝒆𝒇𝒊𝒄𝒊𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora