𝑺𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆𝒓𝒊𝒏 𝑴𝒂𝒍𝒆𝒇𝒊𝒄𝒊𝒔

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟗

Eran las últimas semanas de Octubre. Las chicas decidieron salir a pasear a Hogsmeade con los muchachos, a pesar de lo sucedido en su fiesta de cumpleaños, Alena se comportaba neutral con sus amigas, quizás había exagerado en ponerse así, no quería pensar tanto en eso pues tampoco las odiaba, solo era otra cosa que dejaría pasar.

—¿Cuanto pueden tardar los chicos? —preguntó Rosaline fastidiada, frotando sus brazos, pues ni su abrigo le quitaba el frío.

—Blaise dice que ya están cerca —respondió Alena.

No pasaron más de dos minutos cuando Blaise, Draco y Theo llegaron, este último se mostró un tanto serio, bastante indiferente y difícil de no notar.

—¿Nott todo bien? —preguntó Alena caminando junto a él.

—Claro —respondió con una media sonrisa sin interés alguno.

Ya en el pueblo de Hogsmeade, pensaron ir directo a la cafetería de la madre de Rosaline, estaba empezando a hacer más frío y la nieve estaba por arriba de los tobillos de todos haciendo más difícil que caminaran.

Theo se mostraba distante a todos, sus amigos caminaban delante suyo charlando y riendo mientras que él les seguía el paso a unos cortos metros de distancia con la mirada perdida en la blanca nieve y sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡Hey Nott! —escuchó gritar a Blaise y de pronto una bola de nieve le golpeó el rostro.

—Idiota —susurró Theo intentando que no lo escucharan.

Rosaline fue la segunda en "atacar" con una bola de nieve bien formada y la arrojó contra Agnes, dándole justo en un costado de la cara.

—¡Guerra de nieve! —gritó Agnes levantando una enorme masa de nieve para empezar atacar a sus amigos.

—Okay, pero aclaremos algo, el primero que me golpee con una bola de nieve terminará muerto —aclaró Malfoy peinando su cabello.

—¡Ups! —dijo Alena después de haberle aventado nieve junto a Rosaline.

Incluso Draco reaccionó mejor que Theo, empezó a correr detrás de sus amigos arrojándose nieve, tirándose en esta y hasta haciendo ángeles de nieve, mientras Theo observaba sin interés alguno desde una esquina.

—Podría quedarme aquí todo el día —dijo Rosaline acostada en la nieve con sus piernas y brazos extendidos.

—Oigan, ya está nevando —dijo Blaise deteniendo a Agnes que estaba por llenarlo de nieve— ¿Ya vamos por algo caliente?

—Claro —respondió Alena sonriente y poniéndose en pie—. Oigan, yo en un rato los alcanzo.

—¿A dónde vas? —preguntó la rubia tratando de quitarse la nieve del cabello y viendo a su amiga irse en dirección contraria.

—A la Cabeza de Puerco, quiero saludar a un amigo de mi padre, no tardo —contestó Alena mientras se alejaba.

Sus amigos se dirigieron hasta la cafetería mientras ella ya había entrado a la Cabeza de Puerco. En las primeras semanas de octubre había escuchado que Harry Potter junto a sus amigos harían una reunión en ese lugar para aprender defensa contra las artes oscuras de forma práctica, ya que gracias a Umbridge no estaban aprendiendo lo debido y la mayoría sentía que era muy necesario en tiempos como los que estaban viviendo.

Ya dentro, escogió sentarse un poco apartada de las miradas del resto pero donde igualmente podía oír muy bien lo que discutían. Cuando finalizó la charla, esperó a que los demás estudiantes salieran del sitio, miró como cada uno iba saliendo y notó que no había ningún otro Slytherin más que ella.