Capitulo. 3 Decisiones

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Buenas noches, se supone que actualizaría por la tarde, pero como dice el meme, pasaron cosas :P Bueno, me disculpo por la tardanza y les traigo una pequeña sorpresita que ya se merecen por la espera

Capitulo. 3 Decisiones

Mina comenzó a impacientarse. Esperaba a Yaten para la cena desde hacía bastante tiempo y siendo muy tarde, no aparecía. Yaten no solía retrasarse, pues siempre era muy puntual en las comidas y que esta vez no tuviera noticias suyas, la exasperaba; más cuando le habían dicho que se había ido a reunir con Sammy, lo que la hizo sentir enfadada ¿Qué tenía Yaten que hablar con él? No habían cruzado palabra en cinco años y ella agradecía eso. Sammy había jurado guardar silencio, pero no de muy buena gana y había sido más por la amenaza de Serena que por protegerla a ella. Estaba segura de que a la menor provocación de un miembro de su familia, Sammy hablaría y ella no iba a poder resistirlo.

De repente, la puerta se abrió dejando ver a Yaten. Mina iba a gritarle por tenerla tan angustiada, pero al ver el semblante de su esposo, no se atrevió y mucho temió que Sammy hubiera dicho todo.

— ¿Estás bien, Yaten? —preguntó preocupada. En respuesta, él suspiró con cansancio y asintió. Mina respiró con más tranquilidad.

— Mejor, vamos a cenar —dijo el platinado y Mina accedió.

La cena transcurrió en silencio, lo cual era algo inusual pues Yaten siempre tenía algún tema para conversar y por lo general, le sacaba una sonrisa a Mina. Esta, por su parte, no quería preguntar qué era lo que le pasaba; temía que la respuesta no le gustara y lo comprobó cuando Yaten sacó el tema de repente.

— Sólo quiero ayudar, Mina

Al principio, Mina se sintió confundida, porque no encontraba sentido a sus palabras, pero cuando Yaten continuó, comenzó a tensarse.

— Fui a ver a Sammy. No sé cómo lo tomarás, Mina, pero le he propuesto algo. Fue la solución que encontré para evitar que Serena se viera involucrada en otro escándalo.

— ¡¿De qué estás hablando?! —preguntó la rubia, furiosa

Yaten miró a Mina con suplica. Quería que su esposa lo apoyara pues con Sammy no había obtenido los resultados deseados y eso lo había dejado abatido. Mina nunca había sido de mucho apoyo ya que siempre era él quien tenía que acceder a lo que su esposa decía, y lo hacía porque la amaba y no quería causarle disgustos. Ante eso, sus hermanos solían decir que Mina lo había idiotizado y él, a veces, se sentía como un reverendo idiota.

— Sigo esperando tu respuesta

Yaten suspiró, decepcionado. Seguramente, Mina sólo pensaba en cómo le afectaría eso a ella, como muchas otras veces. En ocasiones, deseaba que su esposa fuera diferente, como la Mina que conoció, pero ella había cambiado mucho desde que se casaron o quizás había sido antes. No podía recordar muy bien cuando se había dado ese cambio o sería que...

— ¡Yaten! —gritó la rubia, ante el silencio prolongado por su esposo. Este interrumpió sus pensamientos y decidió contestar.

— Lo mejor para Serena es casarse

Mina abrió la boca intentando decir algo, pero no pudo. Sus pensamientos volaron rápidamente a lo que ocasionaría un matrimonio o más bien dicho el matrimonio de Serena. Estaba a punto de comenzar a gritarle a Yaten, cuando recordó que nadie, que quisiera seguir manteniendo su prestigio en la alta sociedad, se casaría con Serena, y eso la tranquilizó. Así que, con fingida inocencia, preguntó:

— ¿Y quién se supone que se casaría con mi prima?

Su esposo esbozó una sonrisa, al ver que Mina no se alteraba, y soltó el nombre

Mujer InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora