Mujer Inocente

Capitulo 14: Compromiso

Diclaimer: Los personajes, como bien saben, perteneces a Naoko Takeuchi, yo solo los uso para darles una segunda vida en esta historia

Capítulo 14: Compromiso

Darien entró a su casa, sintiendo que el peso de su posición pesaba más que nunca. Había tenido que pasar más tiempo de lo esperado con el regente para hacer que éste aprobara la locura que pensaba cometer. Sin embargo, pese a haber sido toda una odisea, al final, había logrado su cometido, aunque no de la forma que él deseaba.

— ¡Gracias a Dios!

Escuchó la voz alterada de su madre y no le pareció extraño pues se había ido sin avisarle, dejándole un mensaje que podía interpretarse de muchas maneras, aunque estaba seguro de que su madre había acertado el verdadero significado.

— He tenido unos días terribles por tu ausencia y ni siquiera el regreso de Tsukino me tranquilizó. Pensé que habías huido con ella.

Darien sonrió porque eso hubiera sido, sin duda, la mejor decisión que podría haber tomado, tal vez, si hubiera hecho eso, no hubiera tenido que cargar con el peso de su título.

— No es tan mala idea, aún puedo hacerlo

La respuesta hizo palidecer a su madre, quien empezó a parlotear sin descanso sobre los deberes de un Duque

— ¡Basta, madre! — pidió Darien con voz enérgica, callando en automático a la duquesa—. Voy a decirte esto y espero que te alegres por mí, pero si no lo haces, no me importará —la duquesa se quedó lívida al sospechar de qué se trataba —. Voy casarme con Serena Tsukino y, esta misma noche, pediré su mano

— ¡No puedes! — gritó Himeko Shields, desesperada —. Necesitas la autorización del regente.

Darien sonrió complacido al saber que se había adelantado a la objeción de su madre.

— ¿No te imaginas dónde estuve todo este tiempo?

La duquesa ahogo un grito con la respuesta y luego, con voz cortada, dijo.

— Has... renunciado al... título

— Lo he hecho.

Darien no previno la reacción de su madre. Había esperado que lo insultara y despreciara por el acto, sin embargo, en vez de eso, la duquesa se desmayó.

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Serena se sentía un poco cohibida por lo que acababa de escuchar. Había guardado tanto la ilusión de su regreso, que ahora se sentía traicionada. Darien en vez de ir a verla y pedir su mano como prometió, se había dirigido de inmediato a la casa de su antigua enamorada, la señorita Metalia.

Serena no había oído hablar de ella hasta esa misma tarde, cuando Lita le había contado sobre ella, una gran casualidad pues nunca se esperaron que Andrew resultara ser un gran amigo de Darien. Esa mañana, Lita había salido a dar un paseo con Andrew y mientras caminaban, vieron como Darien descendía del carruaje y se adentraba en la casa. Andrew había comentado inocentemente que Darien era un pícaro y que nunca creyó que volviera a los brazos de su antiguo amor. Lita, inmediatamente, le había pedido una explicación y él le había contado todo al respecto.

— Te has quedado muda — soltó Lita, apenada—. No debí decirte.

Serena sonrió para tranquilizarla.

— No pasa nada. No es como si el duque y yo tuviéramos algo —mintió, agradeciendo internamente a su hermano que la hiciera guardar el secreto ya que, de lo contrario, se sentiría más sucia de lo que ya se sentía.