Capitulo 6: ¿Casualidad?

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Disclaimer: Los personajes en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi, yo solo los utilizo con afán de entretenerme y entretenerlas.

Capítulo 6: ¿Casualidad?

Darien escuchó resonar en su cabeza, las últimas palabras de Rei, sin poder creer lo que le estaba diciendo. La dulce mujer que había llamado su atención, no podía tener una hija sin estar casada. Si fuera viuda, no le molestaría en absoluto, incluso podría intentar una relación con ella, pero no era así, lo que era un impedimento para tomarla como esposa. Una mujer que se había abandonado a los placeres de la carne sin estar casada, no era digna de llevar el título de Duquesa. Ahora entendía por qué su madre le había dicho que no le convenía.

Creyó que al fin había encontrado a su futura esposa y cuán equivocado había estado. Él debía ver por el buen nombre de su familia y por lo tanto, no podía contraer nupcias con una mujer de tan baja moral. Llegar a tal conclusión lo hizo sentir herido, pues había estado seguro de que era una mujer inocente y sin experiencia, pero resultó ser toda una vampiresa.

— Parece que te hubieran comido la lengua

La voz de Rei lo sacó de sus cavilaciones y la quedó viendo con reproche.

— ¿Por qué mi madre la invitó al baile?

Rei agachó la cabeza y musitó:

— Yo se lo pedí

Darien temió que esa fuera la respuesta y cuando la escuchó, se dio cuenta de que sus temores no eran infundados.

— ¿Qué esperabas conseguir con ello?

Rei se puso roja como un tomate antes de poder contestar esa pregunta. Lo que estaba a punto de decirle a su primo, podría ser no muy bien visto, pero no pensaba mentir. Levantó la cabeza y con voz firme, contestó:

— Conseguirle un protector a Serena

Darien palideció con esa respuesta

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.

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Haruka entró a la casa Tsukino justo al medio día. Había tenido que contenerse para no ir más temprano, aunque sus ansias habían sido enormes.

Había entablado una pequeña amistad con los Tsukino, y no era sorpresa que llegara sin avisar; sin embargo, su presencia causó revuelo entre la servidumbre. Pero lo que más le sorprendió es que Molly lo quedara viendo de una forma indescifrable.

Como siempre, pidió hablar con Lord Tsukino y enseguida fueron a avisarle. Nunca iba a visitarlo precisamente a él, pero quería mantener su interés por la señorita Tsukino, lo más discreto posible.

Cuando Lord Tsukino se apareció con una sonrisa en el rostro, supo que aprobaba su proceder. En unos momentos más, se aparecerían la rubia y su madre, como solía suceder siempre que los visitaba; luego, muy discretamente, Lord Tsukino lo dejaría con las damas, aunque realmente solo hablara con Serena, y Lady Tsukino se dedicaría a bordar. Muy probablemente también aparecería la pequeña Elena, cuya presencia tampoco era un problema para él.

Elena era una niña encantadora que solía jugar con sus muñecas mientras su mami hablaba con él y solía saludarlo de forma bastante cariñosa, como si agradeciera la presencia de gente nueva a su alrededor.

Hablaba con Lord Tsukino sobre sus nuevos pacientes, cuando entraron las damas, y como era costumbre, ambos caballeros se pusieron de pie. Haruka no pudo evitar ver con intensidad a Serena, quien se sonrojó ante el escrutinio.

— ¡Haruka!

La dulce y melodiosa voz de Elena interrumpió la mirada de Haruka, quien se concentró en la pequeña niña y le sonrió con calidez.

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